La escaladora de Rusia, Katya Lipka, ascendió a la cima más alta del mundo, en el monte Everest (8,848 m), y en aquella altura no tuvo mejor idea que desplegar la bandera de Ucrania como protesta contra la guerra que disputa con su país.
De acuerdo con la normativa que rige la prestación de servicios turísticos de Nepal, los alpinistas deben informar al oficial de enlace los artículos que van a utilizar durante el ascenso. Incluido cualquier recuerdo o símbolo que deseen llevar a la cumbre, en presencia de los otros miembros de la expedición y representantes de la agencia.
El 3 de junio pasado, Lipka publicó una foto de sí misma desplegando la bandera ucraniana en la cima del Everest. En la publicación, describió su expedición y su cumbre en la mañana del 24 de mayo.
Expresó allí que acometió Everest sin preparación ni aclimatación, algo que, reconoció, no aconsejaría a otros. Y, además, su deseo de que termine la guerra.
Por si fuera poco, en Instagram se mostró también en Everest con una pancarta de “Free Navalny”, en referencia a Alexei Navalny, un político opositor ruso preso desde 2021 por cargos de fraude a gran escala y desacato judicial.
Sus posteos causaron tal revuelo, que llegó hasta la más alta esfera política del pequeño país asiático. Y generó encendidos debates que enfrentaron a oficialismo y oposición, a un nivel impensado.
Se puede, pero avisando
De acuerdo con las reglas de una expedición, cada alpinista debe informar al Departamento de Turismo sobre las actividades deseadas antes de dirigirse al campamento base.
La gente toma fotos en la cima del Everest como prueba de su logro, la mayoría con la bandera de su país. La foto de cumbre es una prueba para que los funcionarios verifiquen algún reclamo posterior.
Concretamente, no está prohibido desplegar banderas en la cima del Everest. Pero las autoridades deben saber qué tipo -o tamaño- de emblema se lleva. Esta condición no cumplió Lipka, y por eso se la cuestiona.
“Hemos buscado una aclaración de ella, el oficial de enlace y su agencia por desplegar la bandera sin nuestra aprobación. Este es un tema geopolítico extremadamente delicado que no puede tomarse a la ligera”, dijo el director del Departamento de Turismo de Nepal, Surya Parasad Upadhyaya, mientras demora la emisión del certificado de cumbre a la escaladora de Rusia.
También advirtió que recomendó al ministerio de Turismo que prohíba a Katya escalar en montañas de Nepal durante tres años, propuesta que está bajo consideración.
Antecedentes evitables
No es la primera vez que el despliegue de una bandera genera controversia en Nepal.
En noviembre de 2019, una expedición organizada por Nimal Purja exhibió sin permiso un enorme pabellón de Kuwait, de 100 m por 30 m y 150 kg, en la cima del Ama Dablam. La bandera fue confiscada.
Este año, también la empresa de Purja llevó a la cima de Everest a un escalador mexicano que perseguía el récord Guinness de tocar un teclado más alto que nadie. Al revelarse que no había pedido permiso para tocar su instrumento en la cumbre, el gobierno nepalí le negó el certificado.
Según informa Everest Chronicle, Lipka nunca regresó a Rusia por temor a ser arrestada tras su controvertida incursión en el Everest.
La ucraniana Antonina Samoilova, que logró la cima de Everest esta primavera, tampoco regresó debido a la guerra. Aunque ella actualmente se encuentra en el CB de K2, en Pakistán.