Los glaciares de la cordillera de los Andes se encogieron desde 2.429 kilómetros cuadrados, en 1990, hasta 1.409 kilómetros cuadrados en 2020, según un estudio divulgado por MapBiomas. Esta iniciativa ambientalista de Brasil mapea los cambios en el uso del suelo a partir del análisis de imágenes de satélite y otras herramientas tecnológicas.
En ese sentido, aseguraron que el crecimiento sin precedentes en la pérdida de los glaciares “puede ser atribuido a los cambios climáticos y a factores no climáticos como el aumento de los incendios forestales en los últimos años en la Amazonía”, que generan carbono negro, elemento que puede acelerar el retroceso de las nieves, según el estudio.
Efraín Turpo, uno de los autores del dossier, alertó que la reducción de las nieves afecta la integridad de los ecosistemas que dependen del ciclo de agua. Mencionó a la agricultura, el abastecimiento de agua, la generación de electricidad y hasta el turismo.
De acuerdo con el informe, el ritmo de pérdida de los glaciares de la región tropical de los Andes, los ubicados entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio, es de 28,4 kilómetros por año. Y los más afectados son los que están a menos de 5.000 metros, que en 30 años perdieron el 80,25% de su área. Los países más afectados son los que menos glaciares tienen.
Para María Olga Borja, otra de las coautoras, las medidas a tomar tienen que ser centrales en Sudamérica. “Es urgente que los gobiernos nacionales adopten medidas decisivas para combatir la crisis climática. Incluyendo políticas y programas de mitigación de cambios climáticos, principalmente en cuencas con glaciares, para reducir los impactos de su derretimiento”, alertó.