Mijel Lotfi, médico y guía de alta montaña argentino, regresó de Italia con una certeza: aunque Argentina no cuenta con la tecnología ni los recursos de rescate de los países más desarrollados, la experiencia y la capacidad de improvisación de sus equipos compensan esa desventaja.
Tras participar en el Foro Internacional de Rescate en Ambientes Difíciles en Génova, donde expuso sobre las operaciones en el Aconcagua, Lotfi analiza las diferencias entre los sistemas de rescate globales y los de los Andes, donde la altitud y las condiciones extremas exigen soluciones creativas.
Con más de una década trabajando en emergencias de montaña, Lotfi, -integrante del staff médico de Extreme Medicine, la empresa que presta servicio en Aconcagua- destaca el reconocimiento internacional hacia los equipos argentinos, pero también advierte sobre la necesidad de mayor apoyo.
En esta entrevista, repasa los aprendizajes del foro, las técnicas que llamaron su atención y por qué, en altitud, el factor humano sigue siendo irreemplazable.
CUMBRES: Participaste en el Foro Internacional de Rescate en Ambientes Difíciles en Génova. ¿Qué impresión te dejó el evento y cómo fue tu exposición sobre el Aconcagua?
MIJEL LOTFI: El pasado fin de marzo, tuve la suerte de ser invitado personalmente a exponer en el foro gracias a la gestión del Dr. Luigi Festi y a mi doble rol como médico y guía de alta montaña UIAGM. Presenté una exposición sobre los ‘Rescates en Aconcagua como un ejemplo particular de los Andes’. En esa breve lectura de 15 minutos, expliqué cómo se realizan los rescates en la vía normal del cerro. Las entidades involucradas, las intervenciones según las situaciones y sus limitaciones, especialmente el día de cumbre. También describí el trabajo de nuestro equipo de médicos de Extreme Medicine en Aconcagua, nuestro rol como profesionales de la salud. Así como las estadísticas, los recursos y los métodos de atención que brindamos. Aunque la duración fue corta, alcanzó para que los presentes tuvieran una visión sintética de cómo se trabaja allí.
CUMBRES: ¿Qué diferencias observaste entre los rescates en Europa y Estados Unidos frente a los realizados en Argentina?
MIJEL LOTFI: Después de presenciar tres días sobre rescates en Europa y Estados Unidos, observando sus técnicas y tecnologías, mi conclusión es obvia: la principal diferencia radica en los recursos disponibles. No hay nada nuevo en esta conclusión. En Argentina, especialmente en los Andes centrales, enfrentamos serias limitaciones a partir de los 6000 metros. Sin embargo, son estas mismas limitaciones las que nos obligan a saber actuar con mínimos recursos en situaciones difíciles, demostrando una constante capacitación, experiencia y determinación.
CUMBRES: ¿Hubo interés en las investigaciones médicas que se realizan en Aconcagua?
MIJEL LOTFI: De Parque Aconcagua en particular, hay un gran reconocimiento de los médicos que allí operamos (Extreme Medicine) y hay gran interés en investigar. De hecho, ni bien me registré en el congreso, se acercaron hacia mí ciertas personalidades del mundo de la investigación médica en hipoxia. Querían ver cómo podemos hacer trabajos en conjunto en Aconcagua. Por supuesto que invité a todos a participar. Hasta se acercó un montañista que siempre me inspiró mucho, el gran Silvio Mondinelli, para agradecerme por cómo lo habían ayudado los ‘médicos de Aconcagua’ con sus clientes.
CUMBRES: ¿Qué técnicas o tecnologías te llamaron más la atención en el foro?
MIJEL LOTFI: De todas las exposiciones, el recurso helicóptero es fundamental. Los escoceses mostraron cómo en una geografía pequeña comparada con la Argentina, tienen a cargo los rescates de montaña y mar. Y son especialistas en las dos disciplinas. Lo mismo para los equipos de médicos, paramédicos y rescatistas que trabajan en la costa italiana. También me sorprendió el método que usan en Noruega para rescates en paredes como la de Troll (de las más altas del continente europeo). Lo hacen con sistemas de cuerdas de 200 metros empalmadas por dos, logrando una línea de 400 metros desde el helicóptero, a la que llaman “super long-line”.
CUMBRES: ¿Hubo temas médicos que destacarías de las exposiciones?
MIJEL LOTFI: El bloque de charlas referidos a hipotermia tuvo varios expositores. Y es que la casuística que tienen de hipotermia es variada y tiene un gran porcentaje. Ya sean afectados que extraen del agua o enterrados en avalanchas, el manejo de esta patología del frío es fundamental. Tal es así que el saber cómo manejar una ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) es primordial. Hasta disponen de ECMOs portátiles. También me interesaron los nuevos estudios, aún no publicados, que mostraron Andrew Luck y Peter Hackett referidos al Mal de Altura, y el uso del oxígeno a gran altitud pasado y presente.
CUMBRES: ¿Qué balance final haces de esta experiencia?
MIJEL LOTFI: Más allá de la exposición puntual que me tocó divulgar, estos eventos sirven para conocer personalidades del ambiente, intercambiar puntos de vista y seguir aprendiendo. Como positivo destaco el reconocimiento internacional hacia nuestro trabajo en Aconcagua. Quiero agradecer especialmente al Dr. Luigi Festi, a Extreme Medicine por permitirme representarlos, y a todos los que hicieron posible este viaje. Gracias también a FASA, a MedCom de la UIAA (de la que soy parte). Y a Andes Infinito por la logística brindada para llegar hasta Italia. Fue una oportunidad para reafirmar que, aunque trabajamos con menos recursos, nuestra capacidad y dedicación están a la altura de los mejores.
Con una trayectoria que combina medicina y montañismo, el Dr. y guía argentino Mijel Lotfi reafirma el valor de la preparación y la adaptación en entornos extremos. Allí donde la tecnología y los recursos no siempre están al alcance, pero la experiencia marca la diferencia.