De dificultad moderada, el trekking de tres jornadas entre Tafí del Valle y El Siambón permite admirar los valles calchaquíes, los bosques montanos, la frondosa yunga y los vestigios arqueológicos de culturas precolombinas.
Un trekking entre Tafí del Valle y El Siambón, en la provincia argentina de Tucumán, consiste en una salida ideal para quienes desean incursionar en la actividad, en una caminata de baja exigencia, pero constante marcha, donde se pueden admirar hermosos paisajes y conocer las culturas del valle de Tafí, su historia y su gente.
Se trata de uno de los trekkings más convocantes de toda la región, y uno de los que ofrecen para todos quienes quieran sumarse los guías de montaña tucumanos Ulises Kusnezov y Andrés Suárez, integrantes de la empresa A Cielo Abierto.
El periplo comienza en la villa turística de Tafí del Valle, a 2000 metros de altura y concluye en El Siambón, un hermoso poblado rodeado de impenetrable yunga ubicado a 900 metros de altitud y a 10 kilómetros de la villa veraniega de Raco, mundialmente conocida por las estrofas del gran poeta Atahualpa Yupanqui.
El recorrido, por sectores, sigue antiguas sendas de cientos de años que utilizaran los pueblos precolombinos para el intercambio de bienes. Se trata de un camino estratégico en la conexión de la puna con la selva.
Diversos sitios arqueológicos a lo largo del camino dan pruebas de su historia. Además, en épocas más recientes, fue utilizado por los habitantes de los valles calchaquíes para acceder al valle de Tucumán en tiempos de la zafra de la caña de azúcar. También fue una de las sendas que Atahualpa Yupanqui utilizó para llegar a su amado Tafí del Valle.
Es una gran opción para los amantes de la naturaleza y para quienes buscan conocer el interior profundo de la Argentina.
La mayor parte del recorrido es en descenso por lo que no exige grandes esfuerzos físicos, lo que permite un mayor disfrute del paisaje. Se puede realizar en un fin de semana largo y el caminante solo debe cargar una mochila liviana.
Las dos noches de pernocte tienen lugar en cómodas casas de familia, con luz, agua caliente y otras comodidades que hacen de esta una caminata muy placentera. El hecho de dormir dos noches en poblados de montaña, permite experimentar y conocer una forma de vida muy diferente a la citadina, un valor agregado cultural que hoy cuesta encontrar.
Valles, bosques y hospitalidad
El primer día el objetivo es La Ciénaga, un poblado al final de un valle de altura único, que separa el cordón de Mala-Mala de las cumbres calchaquíes.
Es el día con mayor ascenso, ya que se suben casi 700 metros hasta ingresar al valle de la Ciénaga. Desde allí comienza un suave descenso hasta la casa de Doña Hilda, quien recibe al caminante con mate cocido y pan casero.
A lo largo del valle aparecen distintos sitios arqueológicos de la cultura Tafí de 2.000 años de antigüedad. La jornada conlleva 12 kilómetros y 6 horas de marcha. La vista tanto del valle de Tafí como de las montañas que lo rodean, es imposible describir con palabras.
La segunda jornada consiste en llegar a otro poblado de altura, Anfama, luego de caminar unos 15 kilómetros, casi todos de bajada, en unas 7 u 8 horas. Este caserío está ubicado a 1.900 metros y para llegar se debe bajar la cuesta de Anfama.
La presencia de alisos y queñoa dan indicios de estar adentrándonos en el bosque montano, un estrato altitudinal de las yungas. El punto más alto del recorrido es casi 2.800 m, antes de comenzar un largo descenso hacia el pueblo.
En un día despejado, desde ese punto se puede observar toda la geografía del jardín de la república. Desde las cumbres calchaquíes, el cerro Cabra Horco o el San Javier, en cercanías de San Miguel de Tucumán, hasta el dique El Cadillal.
En Anfama, Don Rasguido y su esposa Ester reciben al grupo con las mejores empanadas tucumanas, humita y locro de la zona. El bracero y la guitarra acompañan en la tarde noche para disfrutar la estadía.
En el corazón de la yunga
El último día de caminata, luego de algunas subidas y bajadas, se desciende y atraviesa la Cuesta del Caballo, para llegar al río Grande.
Es este el punto de mayor aventura del trekking ya que se debe cruzar el río en unas diez ocasiones. Por eso se exige llevar calzado que se pueda mojar, exclusivo para la ocasión. De hecho, el circuito se ofrece sólo en época seca, y su visita en verano está desaconsejada.
Hasta llegar a El Siambón, la caminata transcurre sumergida en la selva montana, el estrato más frondoso y de mayor biodiversidad de la yunga. Grandes ejemplares de laureles, campos de helechos y bromelias colgantes, enmarcan el último tramo del recorrido. Además, se aprecia la transición de flora y fauna a medida que se pierde altura y se abandona el pajonal en busca de la selva.
Esta tercera jornada demanda unas 8 a 9 horas, y culmina en la ruta 341 donde un transporte espera para el traslado final a la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Los datos
Lugar: Provincia de Tucumán – Noroeste Argentino
Duración: 3 días – 2 noches
Modalidad: Trekking – Travesía
Dificultad: Baja – Moderada
Recorrido: 45 kilómetros aproximadamente
Inicio: Tafí del Valle
Fin: San Miguel de Tucumán
Próximas fechas: 19 – 20 – 21 de junio. Agosto a definir
Incluye: Todas las comidas durante el trekking, alojamiento en hospedajes familiares, transfer El Siambón – San Miguel de Tucumán, carpas y equipo de campamento en caso de ser necesario, guía ratio 1/3, seguro de accidentes personales
Más info: Facebook acieloabiertotrek Instagram @acieloabiertotrek