Entonces ¿escalás? ¿Y ya subiste al Aconcagua? La pregunta, a pesar del notable crecimiento de la escalada deportiva en Argentina, sigue siendo frecuente.
Cierto es que el montañismo, actividad de popularidad extendida desde hace un par de siglos, habita en el imaginario colectivo de manera simple, pero profunda. Es sencillo imaginar a alguien caminar montaña arriba, aunque se desconozca el esfuerzo físico y mental que esto pueda involucrar.
Con la escalada deportiva es necesario detenerse a pensar un poco más y sobrepasar el estupor inicial de imaginar a alguien colgando en el vacío sostenido por sus manos. Claramente no hablamos de la misma actividad.
En realidad, los seres humanos escalamos desde que existimos como especie, porque trepar es una forma de trasladarse vinculada a la supervivencia, como lo es correr o nadar, aunque la motricidad involucrada en trepar es incluso más arcaica, anterior a otras formas de locomoción.
Los vestigios de este desarrollo evolutivo son los que explican que un bebé pueda treparse a un sillón cuando aún no ha desarrollado el equilibrio necesario para caminar.
Sin embargo, la constitución de esta actividad como deporte se ha dado muy recientemente, hace apenas unas décadas. Si consideramos que la escalada deportiva ha sido incorporada como deporte olímpico recién en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, entenderemos que hablamos de un deporte sumamente joven.
El estatus de deporte olímpico, además, garantiza que exista una federación que regule la actividad, promueva su crecimiento y organice competencias (en Argentina es la FASA, Federación Argentina de Ski y Andinismo), dando de esta manera acceso igualitario a la disciplina. Esto es a personas de cualquier género, de todas las edades, con o sin discapacidad, en todo el país.
Qué
En la actualidad la escalada deportiva cuenta con dos modalidades:
Escalada con cuerda propiamente dicha, o Lead, que se realiza sobre terrenos de mayor altura (a partir de los 5 metros y hasta paredes de 30, 40 o más metros de altura), donde la cuerda, el arnés y el resto del equipo de seguridad se utilizan para proteger una eventual caída.
Bloque o Boulder, o escalada sin cuerda, que se realiza sobre paredes de menor altura (hasta 5 metros aproximadamente) donde se utilizan colchonetas especiales para proteger eventuales caídas.
En ambas modalidades el objetivo es superar una pared con determinadas características de dificultad empleando únicamente el propio cuerpo, básicamente manos y pies. Y sin contar con ningún tipo de equipamiento que ayude a la progresión.
Dónde
Asimismo, existen dos grandes escenarios donde se practica este deporte:
Entorno natural, donde la actividad tuvo su origen y continúa desarrollándose, son las formaciones rocosas cerca de los centros urbanos y con fácil acceso.
Muros de escalada, gimnasios especialmente diseñados para la práctica, el entrenamiento y la competencia, construidos en el interior mismo de grandes centros urbanos.
Escalar para vivir (mejor)
Lejos de la necesidad de escalar por la supervivencia, en busca del alimento o escapando de predadores, en la actualidad la escalada deportiva es un deporte que posibilita una fuerte conexión con el entorno, con uno mismo y con el aquí y ahora, permitiendo una mejor calidad de vida.
Más allá del circuito de competencias que existe en Argentina, donde el número de participantes crece año tras año y del cual surgen representantes para competiciones internacionales, todos los que escalamos nos damos cita en la roca. Fines de semana, feriados, vacaciones… ¡incluso días laborables!
Es que la pasión por trepar, por compartir momentos de intensidad con amigos y amigas y de hacerlo en el marco de bellos ambientes naturales, es francamente única. Genera adhesión de forma instantánea e invita a repetirse lo antes posible, sencillamente porque la adrenalina es adictiva, al igual que las endorfinas.
La escalada deportiva, entre otros beneficios, estimula la concentración y el equilibrio. Además de mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación. Y potencia la confianza en uno mismo y en los compañeros y compañeras de escalada. Es por esto que rápidamente se instala como parte integral de la vida cotidiana de cualquiera que vuelve a trepar, como sucede en la infancia.
Entrenar para escalar
La búsqueda de la superación personal es un motor suficiente para que la inmensa mayoría de quien escala entrene durante gran parte del año. Básicamente, todos soñamos con escalar una pared más alta, o más difícil, o más alejada.
Si bien la práctica misma de la actividad, escalar, es en sí misma un buen entrenamiento, no deja de ser insuficiente e ineficiente a la hora de prevenir lesiones, optimizar la atención y la concentración, corregir errores y mejorar la técnica. Tampoco mejorarán significativamente las capacidades físicas, ni se aprenderá a gestionar emociones, ni se incorporarán nuevas maniobras de seguridad.
Como en cualquier deporte, es necesario organizar y sistematizar un plan de entrenamiento. Este debe contemplar aprendizaje, retroalimentación y mejora de todos los elementos constitutivos del rendimiento.
En escalada deportiva, éstos se encuentran agrupados en torno a tres ejes principales: Preparación técnica, preparación mental y preparación física.
Un plan de entrenamiento adecuado es aquel que, precisamente, contempla el desarrollo armónico y progresivo de estos ejes, acorde al nivel de desarrollo y estado actual de cada persona.
Esto quiere decir que la propuesta de entrenamiento siempre se debe adaptar de manera individual, teniendo en cuenta historia deportiva (y de vida), edad, lesiones. También disponibilidad de tiempo y recursos, tiempo de vinculación con el deporte. Y, primordialmente, deseos y ambiciones de quien practica escalada deportiva.
Dónde y con quién
En Argentina afortunadamente este increíble deporte no para de crecer. Esto es gracias al desarrollo que impulsa la FASA con la capacitación de instructores y monitores de escalada deportiva, la organización del Campeonato Argentino de Dificultad y el acompañamiento a atletas.
También desde el ámbito privado existen empresas dedicadas al outdoor, o turismo no convencional. Cara Sur Expediciones es una de las que cuenta con profesionales (instructores y monitores de escalada deportiva) con formación y experiencia en el dictado de cursos de iniciación, clases de entrenamiento y clínicas de perfeccionamiento. Como así también en la organización de charlas, talleres y salidas guiadas a la roca natural.
Cara Sur Expediciones además cuenta con sedes en tres puntos estratégicos del país: Las Compuertas, en Mendoza, San Carlos de Bariloche, en Río Negro y el Delta del Paraná, en Buenos Aires.
Completan su staff guías de montaña, guías de kayak, rescatistas, licenciados en Educación Física, fotógrafos e instructores de Yoga. Sin dudas, una empresa con la mente, el cuerpo y el corazón puestos en brindar las mejores experiencias en la Naturaleza.
La invitación queda hecha, a redescubrir las sensaciones y emociones de desplazarte por la vertical. Seguramente lograrás nuevas perspectivas del mundo y de tus propias posibilidades.
Por Lucas R. Barzola
El autor es instructor FASA de escalada deportiva y licenciado en Alto Rendimiento Deportivo. Director de Techado Negro Entrenamientos y miembro del staff de Cara Sur Expediciones.