Madalin “Cris” Cristea nació y se crió en el pequeño pueblo de Orsova, en Rumania. Como no le gustaba la escuela, logró graduarse a duras penas, sin un plan ni perspectivas muy claras.
Luchando por encontrar trabajo, a los 20 años decidió mudarse a Londres. Pronto se vio atrapado en un trabajo que odiaba y apenas podía pagar el alquiler. Sintió que no tenía ningún propósito.
Fue entonces cuando leyó la autobiografía de Bear Grylls, “Barro, sudor y lágrimas”. Las cosas empezaron a mejorar. La historia de Bear sobre su escalada al Everest inspiró a Cris. A tal punto que sintió que quería escalar las seven summits. Sólo necesitaba descubrir cómo.
A los 23 años todavía no lo había hecho. Durante muchos años Cris fumó, bebió y salió de fiesta más de lo razonable. El estímulo inmediato de sentirse mejor evidentemente lo desviaba de su objetivo.
Las cosas sólo empezaron a cambiar cuando conoció a Viv.
Moldeando el sueño
En ese momento, Cris era personal trainer en un gimnasio de Londres. Viviana, nacida en Gran Bretaña de madre peruana, era una recepcionista que se había mudado recientemente desde Perth, Australia. Se hicieron amigos cercanos rápidamente. Sus sueños de caminar y viajar por el mundo los unieron.
No pasó mucho tiempo hasta que empezaran a salir formalmente. Y en 2022 llegó el casamiento.
Con el apoyo de Viv, Cris poco a poco comenzó a entrenar y desarrollar las habilidades que necesitaba para convertirse en montañista cabal. A los 24 años, se propuso escalar su primera gran montaña, el Mont Blanc (4,809 m), en Francia. Pero, no salió según lo planeado.
Este viaje hizo le reveló a Cris una clara realidad: necesitaba un compañero de escalada. Una compañera, más precisamente.
Aunque Viv y Cris hacían muchas caminatas juntas, pero al principio ella no estaba muy convencida en intentar convertirse también en montañista.
Pero al cabo de un año, Cris compró billetes a Viv para ir juntos a Italia para escalar el Gran Paradiso (4,061 m). Fueron solos y alcanzaron la cima juntos. A Viv le encantó.
Complejidades extras
Durante ese período, Cris todavía estaba decidido a escalar las siete cumbres. No fue hasta la llegada del Covid que su objetivo empezó a cambiar. Se dio cuenta que escalar las siete cumbres se había vuelto muy popular. Ahora parecía que las empresas estaban haciendo gran parte del trabajo pesado para ayudar a los escaladores a alcanzar sus objetivos. Quería más desafíos. Se comprometió a hacer su objetivo más complejo.
Decidió que el plan tendría un condimento especial: iba a escalar las siete cumbres, pero desde y hacia el nivel del mar. Cada metro de cada montaña tanto de subida como de bajada. Esto agregaría desafíos considerables como cruzar países, fronteras e incluso cadenas montañosas para llegar a las montañas. Parecía una aventura loca. Y como tal, no podía esperar.
Cris necesitaría un apoyo financiero importante. Su proyecto requeriría de patrocinadores que querrían un gran número de seguidores en las redes sociales, que no tenía.
Nunca fue fanático de Instagram o Facebook. Pero siempre le había gustado YouTube. Sin ninguna experiencia en edición, abrió el canal Train to Summit para compartir sus aventuras y las de Viv en las montañas.
Tomó tiempo y trabajo duro, pero finalmente comenzó a hacer sus películas. Viv y Cris escalaban montañas y las compartían en YouTube, pero el canal crecía muy lentamente. Sólo cuando viajaron a México para escalar el Iztaccíhuatl (5,220 m) y el Pico de Orizaba (5,636 m) las visualizaciones empezaron a subir.
El marco estaba listo para echar a rodar el proyecto deseado.
Las dos primeras
Cris se propuso primero escalar el Aconcagua (6,960 m) en Argentina y el Kilimanjaro (5,895 m) en Tanzania, de mar a mar, entre enero y febrero de 2024. Viv se uniría solo para las escaladas.
Se dieron cuenta que, si dejaban su casa en Londres, vendían sus cosas y ahorraban dinero, podrían permitirse pagar las dos primeras montañas ellos mismos. Entonces comenzaron a prepararse.
En 2023, Viv & Cris escalaron muchas montañas, entre ellas Dufour spitze (4,634 m), en el macizo Monte Rosa, el más alto de Suiza, y el monte Kazbek (5,047 m), uno de los más elevados de Georgia. Aunque ambos ganaban salarios inferiores al promedio, gastaron todo viajando, escalando y ahorrando para 2024. Incluso cruzaron a pie los Alpes desde Italia hasta Suiza para ahorrar para el viaje.
Decidieron escalar el Aconcagua sin apoyo externo, de forma de mantener bajos los costos. Sólo utilizaron una mula para llevar suministros al campamento base, precisamente de Plaza de Mulas, en la ruta normal.
Viv tomó las riendas de los trámites de reserva de permisos y compra de suministros, mientras Cris planificaba la estrategia para la cumbre y de sus caminatas de cada día, sin apoyo, con solo una carpa y una mochila.
Fue así que partió hacia el Aconcagua el 1 de enero de 2024 desde la costa del océano Pacífico, frente a la ciudad de Concón, Chile. Le tomó 7 días llegar a la puerta de entrada del Parque Provincial Aconcagua, ya en Argentina. Viv lo encontró allí y caminó junto a él los últimos 10 km. Un día de descanso y luego comenzó el ascenso, con ella.
Después de una terrible tormenta de viento y de sufrir los efectos del mal de altura, Cris logró alcanzar la cumbre de 6960,8 metros el 19 de enero.
Desafortunadamente, Viv fue evacuada días antes debido a una lesión. Pero estaban muy felices de reencontrarse en la entrada del Parque, unos días después. Cris completó solo el camino de regreso llegando a Concón el 28 de enero.
Todo su recorrido fue de 500 kilómetros a pie.
Destino: Tanzania
Apenas unos días después, el 3 de febrero, Cris partió hacia Tanzania. Tomó cuatro vuelos y un autobús de 8 horas para llegar a la ciudad de Tanga, el punto más cercano al Kilimanjaro desde el mar, el océano Índico en este caso. Caminó por Tanzania durante 11 días, alojándose en pequeñas aldeas e incluso acampando al costado de la carretera.
En Moshi, la ciudad al pie del Kili, lo esperaba Viv. Juntos subieron la montaña más alta de África por la ruta Umbwe en 6 días, con un guía y porteadores locales, según las normas del parque.
Lograda la cima, Cris pasó una noche en Moshi antes de iniciar y completar su caminata de regreso al mar. Todo su recorrido fue de 800 kilómetros.
Lo que vendrá
Aunque un par de personas han escalado el Aconcagua y el Kilimanjaro desde el mar hasta la cima, Cris es la primera en escalar ambas montañas desde el mar hasta la cumbre y de regreso al punto costero de salida. Y así lo hará en las cinco restantes.
Está previsto que su próxima montaña sea la más alta de Europa, Elbrus (5,642 m), en Rusia. Esto será en agosto de 2025, suponiendo que la situación política mejore. Everest, el más elevado del planeta en la frontera entre Nepal y China de 8,848 metros, podría ser en abril de 2026. Denali (6,190 m), en Alaska, EE.UU., en la primavera de 2027, y Puncak Jaya o Pirámide Carstensz (4,884 m) en 2027, dependiendo también de la situación en Indonesia.
Sólo quedaría por planificar la más remota, dificultosa y costosa de las seven summits, el Vinson (4,892 m), en el continente antártico. Habrá tiempo para pensarla y resolver la financiación. Y así completar el sueño de Cris, al que luego se sumó Viv y que de sueño se convirtió en proyecto. Y que ya comenzó a hacerse realidad.
Puedes seguir sus aventuras en el canal de YouTube Train to Summit