Cuatro andinistas de la ciudad cordobesa de Alta Gracia, emprendieron el ascenso a uno de los picos más monumentales y complejos de los Andes sudamericanos, el Huayna Potosí de 6,088 metros en la Cordillera Real de Bolivia. Dos de ellos lograron el objetivo y, además, llevaron a esa cima una bandera para expresar la defensa de la educación pública en Argentina, actualmente puesta en peligro a raíz de medidas gubernamentales.
El profesor de Geografía Rubén Castro (56) y los docentes de educación física Javier Martínez (42) y Marcos Toscano (42), junto a Martín Pezzano (39), habitués de las sierras cordobesas, conformaron un equipo para intentar el estético Huayna, “una montaña que nos resultó más dura de lo que creíamos” según relató a CUMBRES el profesor Toscano, de los cuatro el que más experiencia en alta montaña posee.
“La idea nace desde un grupo Trek Entrenamiento que tenemos en la ciudad de Alta Gracia” definió Marcos, quien conduce esa actividad física. Junto con los profes Rubén Castro y Javier Martínez “surgió la idea de llevar la bandera de la educación y la defensa de la educación gratuita” a la cumbre del Huayna Potosí.
El proceso de aclimatación para ellos resultó una experiencia sin precedentes. Así como la expedición misma, con características muy propias de una montaña que exige en varios sentidos. “Ha sido una experiencia única para los profes, para los cordobeses también y para este equipo adentrarnos en lo más hondo de Bolivia” confió Toscano.
Tanto Marcos como Martín tienen ascensos en Aconcagua, Kilimanjaro, Domuyo, etc. Mientras los altagracienses Rubén y Javier suelen frecuentar la montaña asiduamente en Córdoba, San Juan y Mendoza. “Decidimos elegir este cerro en Latinoamérica para contar un poco la realidad educativa que estamos viviendo todos los educadores. Y llevar ese mensaje a lo más alto” identificó así el objetivo.
Antes de intentar la cumbre debieron practicar escalada en hielo para luego, al emprender el ascenso propiamente, afrontar una formación denominada La Pala. Para superarla debieron aplicar técnicas de escalada en hielo.
Marcos Toscano y Martín Pezzano alcanzaron la cima de 6,088 metros, mientras Rubén y Javier no lo lograron por escasos metros. Pero haber llevado a la gran altura del Huayna, después de un enorme esfuerzo y una inesperada exigencia, la bandera de su reclamo, todo lo justificó. Y embargó de emoción a los cuatro intrépidos andinistas cordobeses.
El sentido profundo
“Descubrimos paisajes soñados y una cultura y gastronomía impactante” rememora el profesor Toscano con inocultable satisfacción.
Más allá del desafío deportivo que vieron coronado, el docente quiso profundizar en el sentido principal que orientó a la expedición al Huayna Potosí: “Vemos que en estos últimos tiempos en la educación hemos tenido algunos retrocesos. Creo que constantemente hay que enarbolar las banderas de la educación pública, gratuita y laica, por eso junto con estos profes nació esta iniciativa”.
Así consideró importante “llevar el mensaje a donde sea, a la esquina a manifestarse o a la cumbre de una montaña más alta. Siempre los cordobeses tenemos que estar defendiendo las banderas que tanto nos han costado como es la educación y la salud pública”.
Por otro lado, también puso el acento en la actividad física como un tipo de asistencia social, “que tiene que ser de una gran visualización por parte de los gobiernos, de municipios, de provincias, de entes provinciales. Porque luego de las escuelas, los chicos la próxima contención que tienen es el deporte”. En definitiva, la actividad física desde un punto de vista social.
Por esos motivos, Marcos Toscano sostuvo finalmente que “ese tiempo muerto de los pibes fuera de las escuelas, tienen que generarlo dentro de los clubes”. Y añadió: “Los profes siempre invitamos y tratamos de motivar a que la actividad física, el deporte y la salud vayan de la mano. El deporte como herramienta preventiva de salud tiene una importancia radical dentro de la construcción de la sociedad”.