En coincidencia con el Día Internacional de la Montaña, y organizada por la sección Macerata del Club Alpino Italiano, el pasado 15 de diciembre un grupo de una veintena de caminantes se adentró en el Appennino Maceratese para recorrer algunos de los senderos que atraviesan la pequeña comuna de Monte Cavallo, e incluso ascender a la propia montaña de 1,494 metros que da nombre al bellísimo enclave.
Con el liderazgo del geólogo y naturalista Andrea Antinori, el guía Romualdo Mattioni e Isabella Petrelli, operadores TAM (Tutela Ambiente Montano), el punto de salida fue la pintoresca fracción de Pantaneto, a 995 metros.
Durante el trayecto, los expertos fueron compartiendo con los caminantes aspectos tales como la vida y la sostenibilidad en las ciudades y su dependencia directa de los recursos que brinda generosamente la montaña.
La filosofía del CAI consiste en promover el conocimiento de los orígenes y de los cambios operados por el hombre sobre estos sistemas naturales. Ese saber es el que, luego, debe orientar políticas para preservar, cuidar y respetar la montaña, como compromiso social primario.
El anello del Monte Cavallo
La zona de Monte Cavallo es un buen ejemplo de ambiente pastoril pretérito de la montaña maceratese. Por sus senderos escarpados, antiguos pobladores trashumaban siglos atrás ganado de un valle a otro para un óptimo aprovechamiento del recurso.
El itinerario circular con partida en Pantaneto llevó al grupo hasta un punto denominado Forca di Cerreto, cruce de senderos de importancia en el confín de la comuna.
Con la diestra orientación de los guías, en virtud de la espesa niebla, los caminantes se encaminaron hacia la antecima del Monte Cavallo, a 1.494 metros.
La alegría compartida de haber conseguido el objetivo compensó la imposibilidad de disfrutar de las maravillosas vistas desde esa altura, debido a la escasa visibilidad.
Siempre surcando la nieve reciente, el grupo puso proa al Colle del Fienilli para dirigirse al Col di Mezzo. Desde allí, la nubosidad fue cediendo, lo que permitió a los expertos compartir información geológica y morfológica de tan particular rincón del Appennino Maceratese.
La caminata total implicó un desnivel positivo de 497 metros y negativo de 503 metros, a lo largo de una extensión de 13 kilómetros. El tiempo final fue de 6 horas 50 minutos, coronadas con un exquisito almuerzo en el famoso restaurante Il Nido dell’Aquila, de Monte Cavallo.
Sentiero Italia y Europeo E1
A poco de salir de Pantaneto, el itinerario involucró parte del Sentiero Italia en su sección SI N06 (Visso-Pantaneto), hasta la Forca de Cerreto. Luego, en el descenso, se circuló por parte de otra sección del gran SI, la N07 (Pantaneto-Colfiorito), aproximadamente a la altura del Col di Mezzo.
Entre ambos SI, se recorrió en parte el legendario sendero Europeo E1 de larga distancia que se extiende desde Noruega hasta Scapoli, Molise, con proyección de continuar hasta Sicilia, en su sección 302, que une Collatoni con Saccovescio.
La expedición, de exigencia moderada, se convirtió en una experiencia única para todos quienes participaron. Fue adentrarse en el corazón de los Apeninos italianos y disfrutar de una belleza sin par y de 360°.
A la iniciativa se agrega el valor de recorrer vías y caminos plenos de historia de antiguos pobladores que colonizaron estas montañas donde encontraron su sustento y desarrollo, conservando un vínculo saludable con el ambiente.
La palabra experta durante el camino contribuyó para que la experiencia fuera perfecta. Para comprender acabadamente la dinámica que involucra al hombre y a la montaña, ancestral, eterna, que es menester conocer, comprender y contribuir a su preservación.