El reconocido alpinista vasco afincado en Benasque, en el Pirineo aragonés, Jonatan García, ha aprovechado la temporada de ascensos en el hemisferio Sur para conocer un nuevo sitio que le ha dejado encantado: el Cordón del Plata, en los Andes centrales de la Argentina.
García, un destacado escalador, esquiador, parapentista y, en definitiva, atleta de montaña, es probablemente la persona que más cumbres ha repetido y vías ha abierto en una misma montaña: Aneto, de 3404 metros, la cumbre más alta de los Pirineos y segunda más elevada de la península.
Mientras en Benasque la nieve no da tregua, Jonatan, junto a su amigo Félix Sánchez, despunta el alpinismo de alto vuelo que sabe desplegar, en el Cordón del Plata.
El Cordón del Plata es una formación montañosa perteneciente a la llamara cordillera frontal, parte de la más grande cordillera de los Andes. Se encuentra enteramente en la provincia de Mendoza, en el departamento de Luján de Cuyo, a unos 80 km de la capital provincial y dentro de un área protegida natural.
Cuenta con una especie de aldea de refugios a más de 2.800 metros llamada Vallecitos, donde montañistas de todo el mundo hacen base para incursionar en tales alturas.
Su cumbre más elevada es el Plata, de 5.968 metros (la altura más aceptada). Lo circunda una inmensa cantidad de 5 miles y 4 miles de variadas características e inusual belleza, que ya mismo se encarga el propio Jonatan García de describir, en un reciente diálogo con CUMBRES:
CUMBRES: ¿Cómo fue que elegiste el Cordón del Plata en Argentina para esta temporada?
Jonatan García: La verdad que esto ha sido un viaje sorpresa. Íbamos a la Patagonia, nuestro sueño era ir al cerro Torre y al Fitz Roy. Félix ya había estado allí y me advirtió que es una zona muy caprichosa meteorológicamente hablando, con mucho viento, lluvia y nieve. Pero nunca pensé que fuera tan exagerado. Yo soy una persona muy activa, me gusta hacer de todo en la montaña: escalar en hielo, en roca, en mixto, hacer crestas, volar en parapente, esquiar, correr por el monte… No soy bueno en nada, pero me gusta hacer de todo. Estar parado, pudiendo estar haciendo montaña, me cuesta mucho.
En Calafate, ya había estado mirando la meteorología y vi que iba a ser mala por al menos 12 o 15 días, que era la mitad de nuestro viaje. Empecé a asustarme y lo hablé con Félix. En el aeropuerto de Madrid nos encontramos con un chico llamado Miguel, al que llamamos Vila, que también iba a la Patagonia, pero su compañero canceló. Nos propuso unirse a nosotros y aceptamos, aunque le advertí que estábamos pensando en cambiar nuestros planes debido al clima.
Miré el clima para Aconcagua, Mercedario y Vallecitos. Aconcagua ya lo conocía, y Mercedario no era ideal para mis compañeros, que no están acostumbrados a la altitud. Así que optamos por Vallecitos para aclimatarnos. Contacté con Arkaitz Ibarra, quien nos ofreció su refugio como base. Fue todo muy fácil: compramos nuevos billetes y llegamos a Mendoza.
CUMBRES: Describe el Cordón del Plata como mejor te parezca, por qué te parece lugar tan bello, los 5 miles, los ascensos, la escalada, el clima, etc.
Jonatan García: El Cordón del Plata me ha dejado enormemente enamorado. Llegamos al refugio de La Roca de Vallecitos el 28, y ese mismo día salimos a hacer montaña. Hemos coleccionado una locura de cerros. Este valle tiene mucho color para actividades invernales: muchas canaletas, espolones… En invierno, sería espectacular para escalar en hielo, hacer esquí de montaña y volar en parapente. Es un lugar increíble, y me gustaría volver en invierno para explorarlo más a fondo.
Ahora en verano, el clima es muy turbulento, pero en invierno, con el manto blanco, creo que las condiciones serían más estables. Me traería los esquís de montaña, el parapente y, por supuesto, el piolet y los crampones. Este lugar tiene un potencial enorme para el alpinismo invernal y para quienes buscan aventuras en altura.
CUMBRES: ¿Y cuáles actividades has hecho en el Cordón del Plata y las que te gustaría hacer en el próximo viaje a los Andes?
Jonatan García: El Cordón del Plata es un lugar increíble tanto para la iniciación al alpinismo como para quienes ya tienen experiencia. Hemos hecho actividades de cresta y aristas, aunque la roca está muy descompuesta, lo que hace la escalada psicológicamente dura. En Benasque, la roca está más compacta, pero aquí se mueven piedras del tamaño de lavadoras. Aun así, es un lugar excelente para aclimatación y entrenamiento en altura.
Hemos hecho ascensiones rápidas y largas, gestionando bien el agua, la comida y el material. Por ejemplo, subir al Plata en el menor tiempo posible, dentro de mis posibilidades, y bajar rápidamente al refugio, haciendo más de 3000 metros de desnivel. Es un lugar ideal para probarse en altura, hacer cardio y pierna, y para actividades largas de 9, 10, 12 o incluso 14 horas.
En un futuro viaje, me gustaría explorar estas montañas en invierno, con crampones, botas invernales y esquí de montaña. Creo que, en invierno, con el manto blanco, las condiciones serían más estables y propicias para el vuelo en parapente. Las térmicas no serían tan fuertes, y podría haber unas condiciones de vuelo bastante aceptables. Este lugar tiene un potencial enorme para el alpinismo invernal y para quienes buscan aventuras en altura.
CUMBRES: ¿Cuántas cumbres tienes en Aneto y cuántas vías nuevas abiertas por ti?
Jonatan García: Tengo cerca de 250 cumbres en el Aneto y he abierto 27 nuevas rutas. Todo lo guardo en un disco duro, esperando que algún día mi hijo pueda disfrutar de esas memorias.
CUMBRES: Cuenta de tus compañeros de ruta hoy en día
Jonatan García: Hago muchas actividades con Félix Sánchez. Hemos abierto varias vías al Aneto y escalado en otras montañas de los Pirineos. También conocí a Vila en este viaje, un tipo muy simpático y motivado, aunque con menos experiencia en altura. Es más bien escalador de roca, pero con muchas ganas de aprender y hacer montaña.
El inquieto Jonatan García sigue demostrando su pasión por la montaña, explorando nuevos horizontes y compartiendo su experiencia en lugares como el Cordón del Plata en los Andes, que sin duda ha dejado una huella imborrable en él.