Un grupo de alpinistas compuesto por nueve británicos y un estadounidense sobrevivieron prácticamente ilesos cuando transitaban las montañas Tian Shan, en Kyrgyzstan, y fueron sorprendidos por un alud de nieve y hielo que les pasó por sobre sus cabezas.
Uno de los afortunados caminantes logró grabar un video de la tremenda bajada de hielo, piedras y nieve por un estrecho valle estrecho y cómo los alcanza y les pasa por encima.
El saldo fue solamente una de las personas, una chica, con algunos rasguños en sus rodillas. El resto, afortunadamente, no sufrió ninguna consecuencia más allá del inolvidable susto.
Cabe recordar los recientes aludes o avalanchas que se produjeron en los últimos días. Algunos, en Italia y Ecuador, con víctimas fatales que lamentar. Otros, como en Ushuaia, con rescates a tiempo.
Quien logró grabar las imágenes fue el británico Harry Shimmin, que no soltó la cámara ni aún cuando la avalancha lo estaba literalmente sepultando.
En sus redes sociales, de vuelta de Kyrgyzstan, Shimmin tituló el posteo “¡Esto es aterrador!”.
“Acabábamos de llegar al punto más alto de la caminata y me separé del grupo para tomar fotografías en la cima de una colina/borde de un acantilado” relata el protagonista. “Mientras tomaba fotografías, escuché el sonido del hielo profundo rompiéndose detrás de mí. Aquí es donde comienza el vídeo”.
Las imágenes fueron tomadas hacia atrás de su trayecto, es decir que el canal arrasado por el alud es exactamente el camino que los caminantes acababan de superar: “Había estado allí durante unos minutos, así que sabía que había un lugar para refugiarme justo a mi lado. Estaba en el borde de un acantilado, así que solo podía huir del resguardo (por eso no me muevo)”.
“5 minutos y estaríamos todos muertos”
Menciona la temeridad de haber grabado hasta el último segundo para recién ahí protegerse: “Sé que habría sido más seguro refugiarme de inmediato. Soy muy consciente de que corrí un gran riesgo. Sentí que tenía el control, pero a pesar de todo, cuando la nieve comenzó a caer y se oscureció, me costó respirar, estaba tapándolo y pensé que podría morir”.
Apostado detrás de una roca señala que era como “estar dentro de una ventisca”. Una vez pasado el alud, “la descarga de adrenalina me golpeó con fuerza. Solo estaba cubierto por una pequeña capa de nieve, sin un rasguño. Me sentí mareado”.
Según continúa el relato, sabía que el resto del grupo estaba lejos de la avalancha, por lo que presumió que estaban bien. Lo que constató cuando se reunió con ellos, todos a salvo, sólo una chica con un corte en la rodilla.
“Todo el grupo reía y lloraba, feliz de estar vivo (incluida la niña que se cortó la rodilla). Solo más tarde nos dimos cuenta de lo afortunados que habíamos sido”. Es que, dedujo, si hubieran caminado cinco minutos más, “estaríamos todos muertos”, detalle que en el video se observa, pues el tenue rastro gris que serpentea a través de la hierba era el camino, el lugar por el que luego atravesaron, entre enormes peñascos de hielo y rocas. Un verdadero milagro en Kyrgyzstan.