Don Alberto es una antigua hostería situada en Chacritas, Potrerillos, al pie del Cordón del Plata. Un lugar con historia de una familia de emprendedores. Hoy funciona como hospedaje a cargo de los hijos y nietos de su fundador.
Don Alberto Dómine llegó a Mendoza en busca de montañas en el año 1948 desde su Buenos Aires natal. Fue por recomendación médica por sufrir de asma.
A los pocos días de su arriba empezó a trabajar de mozo en el hotel Las Chacritas, en Potrerillos. Allí conoció a Ana María Quiroga. Se casaron y se instalaron en Las Carditas, camino a El Salto.
Allí pusieron en 1962 un almacén. Y al cabo de algunos años compraron en Chacritas la hostería Santa Elena. Luego pasó a llamarse hostería Don Alberto.
Con el tiempo el negocio fue creciendo. Alberto se dedicaba a las parrilladas y Ana a las pastas caseras. Sus característicos canelones fueron ganando una inusual fama.
El local fue creciendo y tomando forma. Se hizo de un público constante y varios personajes famosos de aquellas épocas lo tomaron como una costumbre. Los domingos se podía ver entre sus mesas al gran amigo de Don Alberto, al campeón mundial de boxeo Nicolino Locche, a su entrenador Paco Bermúdez o a su representante Tito Lectoure, dueño además del estadio Luna Park de Buenos Aires. El periodista Ernesto Cherquis Bialo también era habitué.
La Dirección de Turismo de ese entonces, en virtud de la conocida trayectoria de la hostería, enviaban gente famosa del ámbito del espectáculo y el deporte como Leo Dan, Carmen Sevilla, Lolita Torres, Ricardo Bauleo, Gilda Lousek, Juan Carlos “Pinocho” Mareco, Mariquita Gallegos.
Don Alberto: el apogeo
La hostería cobró tal fama en aquellos años 70 que fue entrevistado por César Mascetti, que conducía un programa cultural en Buenos Aires. También en esas décadas concentraba en el lugar el primer equipo del club Independiente Rivadavia.
En el auge de las décadas del 70 y 80 pasaron por Don Alberto grandes personalidades del ámbito provincial, como el gerente del Banco de Mendoza, Danilo Fernández Bertollo, su hijo “Yayo” Fernández, cirujano de prestigio, dueños de grandes tiendas como calzados Labari, La Rica, mueblería Kemelmajer o perfumerías Aparicio. Luis Castellani, corredor de autos, el juez Dr. Jorge Burad y el folklorista Antonio Tormo, también frecuentaban el local.
En ese entonces al sector se lo conocía como la zona de los hoteles. Además funcionaban el hotel Los Pinos (hoy hostel), el Cariño Botao y el complejo Las Rocas, cuatro establecimientos de proporciones que trabajaron mucho. Un aluvión dejó en ruinas al Cariño Botao y a La Roca.
Cierre y reapertura
Hasta el año 1995 funcionó allí la central telefónica que fuera inaugurada por el ex gobernador de Mendoza Francisco “Pancho” Gabrielli.
Además, se hospedaban los choferes de la cooperativa de transportes TAC, hasta su quiebra en 1997. Y también otras empresas de transporte turístico paraban en el sitio, como Turismo La Cumbre y Turismo Mendoza. Allí los pasajeros tomaban una media tarde con los famosos sándwiches de jamón crudo y pan casero.
Ya entonces la hostería empezó a funcionar sin regularidad debido al estado de salud de Don Alberto y Doña Ana, ya mayores. Murieron en 2000 y en 2002, y el lugar quedó definitivamente cerrado.
Pasaron varios años hasta que en 2011 la familia de Don Alberto, su hijo José Alberto “Pepe” Dómine, sus nietos Diego y Federico, y su hija Ana María, decidieron reabrir el lugar con tanta historia y trayectoria de otras épocas.
Con trabajo constante y “a pulmón”, hoy el hospedaje recibe a visitantes y montañistas de variados lugares. Turistas que se hospedaron en décadas pasadas hoy pasan a visitar y a revivir el recuerdo del lugar.
En Don Alberto conservan el sueño de volver a ser la hostería que fue en su momento, trabajar con turistas y personalidades. Es que la hostería es un verdadero orgullo histórico y familiar, y forma parte del patrimonio de Potrerillos.