El montañista ecuatoriano Karl Egloff se encuentra en plena fase de preparación en el Aconcagua (6,962 m, Argentina) para afrontar el que será el mayor reto de su carrera: batir el récord de ascenso y descenso en velocidad en el Everest sin oxígeno embotellado. El intento está previsto para abril y se desarrollará desde la vertiente sur de la montaña más alta del mundo.
Como parte de su entrenamiento, Egloff ha realizado ascensos prácticamente diarios a la cumbre del Aconcagua, alternando diferentes modalidades de ascenso.
Sin embargo, el pasado jueves llevó a cabo un desafío inédito. Partió desde Plaza de Mulas (4.400 metros) por la ruta normal hasta la cumbre, cruzó el filo del Guanaco hasta alcanzar la cumbre sur y retornó por el mismo trayecto en un tiempo de 8 horas y 49 minutos. “Esto es un nuevo récord del mundo”, afirmó el montañista, en diálogo con CUMBRES. Si bien han existido intentos previos en tiempos más largos, su marca no tiene precedentes.
Karl Egloff, nacido en Ecuador y residente en Suiza, reconoció que vivir a nivel del mar ha complicado su entrenamiento en altura. Sin embargo, aseguró estar completamente enfocado en la meta de conquistar el récord en el Everest. “Estoy muy enfocado, muy dedicado y muy motivado que en dos meses estoy yendo al Everest a intentar el récord del mundo en velocidad sin el uso de oxígeno. En un solo pegón de subida y bajada en, ojalá, menos de 24 horas”, explicó.
El desafío de Egloff no será el único que tendrá lugar en la próxima temporada en la cumbre del Himalaya. También buscará el récord Tyler Andrews, montañista estadounidense que en la pasada Navidad ascendió y descendió desde Plaza de Mulas a la cima del Aconcagua en 4 horas, 35 minutos y 20 segundos.
Aunque los intentos de ambos en el Himalaya serán en días distintos, el evento contará con una superproducción cinematográfica a cargo de una importante plataforma de cine y series, que documentará sus respectivas hazañas.
Durante su estancia en Aconcagua, Egloff ha consolidado su vínculo con la montaña. “Ayer estuve haciendo mi cumbre 16 y 17 ya. Llevo una trayectoria aquí, he subido la montaña, gracias a Dios, por todas las rutas posibles, la Sur, glaciar de los Polacos, encajando las tres diferentes caras en diferentes momentos. Y en cada una de las rutas haciendo récord. Siempre ha sido súper importante para mí”, relató Karl.
El montañista también detalló su exigente rutina de preparación, con ascensos consecutivos a diferentes puntos de la montaña para optimizar su aclimatación. “He estado sube y baja, sube y baja y sube y baja” afirmó. Este sábado marchó nuevamente a la cumbre, “netamente a trabajar mucho la mente, a entrenar mucho el cansancio acumulado, las malas noches y todo, que es lo que me va a esperar a mí en el Everest”.
En este desafío en el Himalaya, Egloff contará con la compañía de su amigo y montañista Nicolás Miranda, quien lo acompañará utilizando oxígeno suplementario. “Nico Miranda va a acompañarme al Everest, él va a ser mi compañero. Él va a ir con oxígeno al lado mío para yo poder intentar sin oxígeno. Y así tener la seguridad de que cualquier cosa que pase, tener a mi gran amigo Nicolás conmigo”, explicó.
Con su historial de récords en las montañas más emblemáticas del mundo, Karl Egloff enfrenta ahora la prueba definitiva. Su preparación en Aconcagua es el último paso antes de intentar inscribir su nombre en la historia del alpinismo de velocidad en el Everest.