Este domingo 5 de febrero, desde la ciudad de Mendoza, Argentina, 20 mujeres alpinistas de distintos lugares comenzaron a desandar el gran sueño de montaña que las reunió, como parte de Mountain Women of the World to Aconcagua Project. Juntas, precisamente, llegar a la cima de Aconcagua.
Mountain Women of the World es una red colaborativa fundada en 2020 por organizaciones como Empowering Women of Nepal, Kilimanjaro Woman. Cholitas Escaladoras de Bolivia y Women Who Hike-Africa. También Topchu Art Group de Kirguistán y Mujeres a la Cumbre, son grupos fundadores.
Las organizadoras y participantes son Muna Gurung, de Empowering Women, Nepal; Sonia Altamirano, de la Asociación de Guías de Montaña y Trekking de Bolivia; Julia Quispe, de Cholitas Escaladoras Bolivia Climbing. Cecilia Llusco, de Cholitas Escaladoras Bolivia Warmis; Stephanie Carmody, de Mujeres a la Cumbre, Chile; María Fajardo, de Chile; Sofía Lana, Argentina. Alessandra Segantin, de Feminist Hiking Collective, Italia; Cecilia Mariani, también de Italia. Patricia Breuer Moreno, de Mujeres a la Cumbre, Argentina y Chile y Belén Escudero, de Mujeres a la Cumbre, Argentina. Karen Martínez, de Jujuy y Salta, Argentina; Julieta Balza, de Salta, Argentina; y Sol Figueroa, de Esencia Fotográfica, Argentina.
“Nuestro objetivo es visibilizar cómo el montañismo puede fortalecer la justicia económica para las mujeres de la montaña”, es parte de los fundamentos de su asociación. Además, buscan “revalorizar el conocimiento colectivo y las experiencias que las mujeres de montaña promueven, para proteger los entornos de montaña y naturaleza en general”.
Altos objetivos
La idea de la creación de una organización comunitaria mundial, fue la de trabajar para el desarrollo de las mujeres de las montañas locales, fomentando su empoderamiento. Y también el turismo comunitario, el desarrollo de capacidades y soluciones innovadoras sostenibles.
En sus comunicaciones enumeran algunos de los principales objetivos que persiguen, como “unir a las mujeres de la montaña, aprender y compartir las experiencias de cada uno. Proporcionar orientación, apoyo y alianzas a través del intercambio de conocimientos. Apoyar a organizaciones de montaña lideradas por mujeres, proyectos de sostenibilidad ambiental, capacitación y sostenibilidad”.
En el equipo que busca la cima del cerro más alto de América, hay guías, porteadoras, trabajadoras de montaña, excursionistas y mujeres que viven en áreas montañosas. De diferentes países.
Durante la expedición, se grabarán imágens para un documental autogestionado, donde las mismas integrantes del equipo escriben el guión, la construcción de la narrativa y los objetivos del proyecto. También realizarán la post producción del film, que presentarán en distintos festivales de cine.
La diversidad cultural y la inclusión, elementos de profunda riqueza y aprendizaje compartido, son motivos que las moviliza a emprender la expedición.
“Creemos que el montañismo es una experiencia colaborativa que construye poder colectivo y solidario. A través de esta expedición, queremos incentivar a más mujeres a involucrarse con la montaña. Promoviendo el montañismo como herramienta de cuidado colectivo, para construir humildad, resiliencia, conexión, empatía y reciprocidad”.
Porque nadie como ellas entienden que la montaña une. Así estas montañistas, unidas, iguales, irán por su cumbre “apoyándonos y cuidándonos, para contar una historia colectiva de senderismo feminista”.