Una tremenda situación vivió en la mañana del pasado jueves 14 de diciembre la empresa que presta servicio médico en el monte Aconcagua (Argentina, 6960,8 m). En medio de un fuerte temporal, el viento arrancó de cuajo el domo-clínica principal del campo base de Plaza de Mulas, a 4,260 metros. Pero gracias a la actitud instantánea y solidaria de decenas de personas que comparten campamento, se logró retener el domo y evitar que los daños pasaran a mayores.
“Tuvimos mala suerte” relató a Cumbres el Dr. Bernabé Abramor, uno de los titulares de Extreme Medicine, ya repuesto del susto y el mal trago. “Ingresó un viento muy fuerte desde la cara oeste, estábamos en la seccional de guardaparques, cuando nos asomamos, vimos que el domo-clínica se estaba levantando y volando”, describió, aún impresionado.
La estructura quedó incrustada contra unos tanques de agua que a duras penas la sostenían momentáneamente, con el peligro inminente de levantar vuelo en dirección a la Patrulla de Rescate.
“Fui corriendo, lo agarré, pero el viento era muy fuerte” continuó Abramor. “Ahí llegó Bruno y los chicos de guardaparques, lo seguimos sosteniendo y enseguida, casi en el mismo momento, llegó también Martina de la APA y Fede de Aconcagua Vision”. Entre todos “abrazaron” el domo liberado, y así lograron retenerlo ante las feroces ráfagas que se batían sobre el campo base.
“Cuando miré un poco más detenidamente, éramos muchos teniendo el domo… no sé, 25 o 30 personas entre campamenteros, guías, cocineros, porters, turistas. La comunidad se movió en medio del temporal de una forma emocionante”, describió luego. “Ver toda esa gente ayudando fue increíble. La verdad no sabemos cómo agradecerles, gracias a ellos no se perdió nada”.
Reconstrucción inmediata
La organización fue veloz y eficiente. Mientras un grupo reunía todo el equipo que había quedado desparramado por doquier, otro quitaba la lona propiamente y otro comenzó a desarmar todo, acomodar los caños doblados y separarlos por medida.
Al día siguiente, nuevamente con la inestimable ayuda de muchísimas personas, se rearmó pro completo la estructura. “Ayudó mucha gente, hasta un colega mexicano y cinco vascos que estaban intentando cumbre” añadió el médico de montaña.
Cuarenta y ocho horas después del terrible evento, Extreme Medicine retomó la operatividad. Y así seguir brindando el servicio a toda la comunidad montañera de Plaza de Mulas y demás campamentos de Aconcagua. Con la habitual asistencia a todos los montañistas que acuden en busca de cumplir su sueño de la cumbre más alta de América.
“Ahora ya estamos nuevamente enfocados en nuestro objetivo de esta temporada que es ser la clínica de mediana complejidad en ambientes de montaña deportivos más alta del mundo” se entusiasma el profesional.
Esta semana el equipo médico ya cumple con guardias en el campo Nido de Cóndores, como lo hará durante todo diciembre y enero. Además de los campamentos de Confluencia y Plaza Argentina, operativos al 100%. La estructura comprende dos domos por campamento, clínica, staff, wifi para el equipo y para guardaparques.
“Queremos brindar el mejor servicio y humildemente tratar de ser los mejores” finalmente añade el Dr. Bernabé Abramor. “Me gustaría que Mendoza y Argentina sepan que tienen el mejor equipo médico de alta montaña del mundo. Y se sienta orgullosa de eso. Tenemos un grupo hermoso, dedicados y apasionados”.