Giacomo Benedetti fue reelegido para la Vicepresidencia General del Club Alpino Italiano, como resultado de las elecciones celebradas recientemente en Biella, durante la Asamblea Nacional de delegados 2023.
El Comité Directivo Central del CAI quedó compuesto por el presidente General, Antonio Montani, los vicepresidentes Generales, Giacomo Benedetti, Laura Colombo y Manlio Pellizon y el diputado Angelo Schena.
Benedetti se manifestó conmovido por la renovada confianza y se comprometió a continuar impulsando los proyectos relacionados con los albergues, los caminos, en particular el Sentiero Italia CAI, y las escuelas de todos los niveles.
Pero, quizás aún más importante que la reelección, fue una notable decisión que se tomó durante la misma asamblea.
En el marco de un proceso de recuperación de la memoria, autocrítica y reelaboración ética que el CAI se impuso para reconocer su responsabilidad en la continuidad que se dio en la institución a la política racial fascista, el nombre de Benito Mussolini fue eliminado del Registro de Miembros de Honor.
Mussolini había sido designado en tal carácter en 1926, en épocas en que el CAI dependía directamente del Partido Nacional Fascista.
El presidente general de CAI, Antonio Montani, lo consideró “un acto de coherencia. No sé por qué en 2023 ese nombre seguía en la lista, junto a grandes nombres de la historia del alpinismo, pero a partir de mañana ya no estará”.
Más a fondo aún en el concepto, Montani dijo que “los principios fundacionales del Club Alpino Italiano son incompatibles con cualquier forma de régimen totalitario”. Y añadió que, desde ahora, “la memoria recuperada se confía a las generaciones futuras”.
Revisión del pasado
El 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo llegó a Auschwitz, marcando el final del período más oscuro de la historia de la humanidad. Lo que el campo de concentración representaba, afectó al mundo entero, incluidas las montañas. Aunque en menor medida.
A partir de 1927 el Club Alpino Italiano (CAI) experimentó un proceso de fascistización, perdiendo gradualmente su democracia interna.
Comenzaron a imponerse requisitos racistas para sus miembros, cambios implementados para cumplir con las leyes raciales italianas de 1938. Como resultado, excluyeron a los socios judíos sistemáticamente del club, incluidos aquellos con quienes compartían experiencias y camaradería en las montañas.
Estas prácticas opresivas se extendieron incluso a la denominación de los refugios, reemplazando los nombres de alpinistas judíos por otros, más vinculados al fascismo.
Estas acciones del CAI durante el período fascista permanecieron en gran medida olvidadas. Hasta que, ochenta años después, el periodista e historiador Lorenzo Grassi publicó su investigación sobre la purga de los miembros judíos de la sección Urbe del CAI.
La revelación de esos hechos condujo a una respuesta significativa por parte del club.
En mayo de 2020, durante su Asamblea Nacional, los delegados del CAI votaron unánimemente a favor de un análisis más profundo, un examen interno y asunción de responsabilidad.
Finalmente, el 25 de enero de 2023, se readmitió formalmente a todos los miembros judíos previamente purgados de la sección de Roma del CAI. Y los herederos recibieron tarjetas de membresía en memoria de sus antepasados.
Paralelamente, el CAI lanzó un concurso para la conservación y catalogación de los archivos históricos de sus secciones. El objetivo es buscar documentos y otras fuentes útiles para la reconstrucción histórica.
La licitación se emitió en enero de 2023 y cubre todos los gastos relacionados desde mayo de 2022 hasta el 30 de septiembre de 2023.