En Las Cuevas, el sector más alto de la cordillera de los Andes argentinos, dos empresas se unieron para ofrecer una experiencia de alta montaña única e irrepetible. Variedad de actividades y dificultades en un marco de naturaleza extrema. Para que cada uno pruebe sus propios límites.
En el extremo noroccidental de Mendoza, Argentina, se encuentra el sector más elevado de los Andes sudamericanos, conocido como cordillera del Límite, con montañas remotas y desconocidos que superan en su mayoría los 5.000 metros.
En ese marco se encuentra el Parque Provincial Aconcagua, que alberga al coloso americano del mismo nombre, de 6.962 metros de altura. Más al Oeste, se despliega en sentido Sur-Norte, paralela al límite entre Argentina y Chile, la quebrada de Matienzo. Un paraíso natural surcado por el río Las Cuevas, tan solitario como bello, jalonado de elevadas montañas e inmensos glaciares.
En la entrada de la quebrada se sitúa la villa de Las Cuevas. El histórico y arquitectónicamente notable pueblo de frontera, ideado y construido a mediados del pasado siglo por el entonces Presidente Juan Domingo Perón.
Dos jóvenes empresas, Portezuelo del Viento Lodge & Adventures y Cara Sur Expediciones y Aventura, una de Mendoza y otra de Buenos Aires, generaron en Las Cuevas una buena idea, que sus propios slogans definen claramente: “Sé protagonista, viví Aconcagua” y “Probá tus límites”.
La idea fue la de acercar, invitar a la alta montaña a aquellos novatos sin experiencia, o con poco recorrido en las alturas, a vivir la verdadera sensación del deporte extremo, a ser protagonistas de ascensos increíbles acordes a sus condiciones, de conocer y probar todas las variantes que la montaña brinda: escalar en hielo con piquetas, caminar por la nieve con raquetas, transitar glaciares, rapelar con cuerdas, construir cuevas de nieve y hasta cenar y pernoctar en ellas.
Escenario de montaña
Para que esta experiencia de montaña imaginada sea realmente auténtica y genuina, había que elegir un escenario acorde. Con todas las dificultades técnicas a la mano, pero en un ámbito natural en donde la interacción con el entorno sea pura, directa y personal.
El lugar para plasmar esa idea es Las Cuevas. Esa joya en bruto en el corazón de los Andes, ese parque de diversiones prístino y solitario donde vivir la montaña es una experiencia única.
Esta propuesta de multiaventura en la montaña se brinda con la tutela de guías profesionales de montaña. Quienes, además, inculcan tempranamente a los nuevos montañeros las premisas del cuidado, respeto y convivencia con el ambiente.
Los programas se adaptan a las características de cada grupo, desde lo más simple para los novatos, a lo más complejo paras quienes comienzan a exigirse.
Este invierno la experiencia invernal de Portezuelo del Viento y Cara Sur fue sumamente satisfactoria, para organizadores y usuarios, en cantidad y calidad.
La iniciativa en Las Cuevas está rodando prometedora, con mucho todavía por hacer y descubrir, en un paraíso virgen de montaña. En la nunca mejor llamada Cordillera del Límite, donde cada montañista, iniciado o experto, encuentra su propio límite sin guardarse nada.