La famosa cumbre del K2 (Chogori, 8611 m, Pakistán), segunda montaña más alta del mundo, es testigo de una creciente masificación en la temporada 2023. La fotografía de Lakpa Sherpa, líder escalador de la compañía nepalí 8K Expeditions, muestra casi 100 personas aproximándose simultáneamente a la cima. Eso fue el 27 de julio de este año.
Hace algunos años, muchos alpinistas creían que el K2 nunca se convertiría en el “nuevo Everest”. A éste lo caracterizan la escalada comercial masiva y los peligrosos “atascos de tráfico” en la ruta hacia la cumbre. Argumentaban que la falta de comodidades y la inaccesibilidad del campo base, junto con el clima impredecible y la alta tasa de mortalidad en la montaña, lo hacían menos atractivo para el turismo de aventura.
No obstante, la realidad ha demostrado lo contrario, y el K2 se ha visto afectado por la misma tendencia de masificación que el Everest. La creciente accesibilidad a los ochomiles y el desarrollo del montañismo comercial han permitido a más aventureros intentar la conquista de estas altas cimas.
Antes de la fiebre del descubrimiento de los ochomiles, el K2 mantenía su fama de montaña más peligrosa del mundo, con unas pocas expediciones exitosas. Sin embargo, con el tiempo, los escaladores cambiaron su enfoque de “estilo de asedio” a la escalada “rápida y liviana”. Esto aumentó significativamente el número de ascensos exitosos.
Climbers crossing the most dangerous part of K2; The Bottleneck & the laying man in black & yellow dawn suit is reportedly Muhammad Hassan from Tissar Skardu, who died there and 130 climbers crossed over his body on ascent & descent.
This is gift of commercial climbing #Climbing pic.twitter.com/m7J22AvqtJ— The Northerner (@northerner_the) August 5, 2023
En la temporada 2023, se ha evidenciado que el K2 está siguiendo el camino del Everest en cuanto a masificación. Cientos de personas se acercan a la cumbre al mismo tiempo, en busca de la hazaña de ascender la segunda montaña más alta del mundo.
A pesar de la escalada comercial y las mejoras en las técnicas de expedición, el K2 sigue presentando peligros ocultos que superan con creces los del Everest. La montaña es implacable y no se asemeja en nada a su famoso vecino. Los alpinistas deberían recordar que la peligrosidad y la impredecibilidad de esta montaña no se ven mitigadas por el crecimiento del turismo de aventura.
Aunque el K2 se ha convertido en destino codiciado, los escaladores deberían saber que la seguridad y el respeto por la montaña deben ser prioritarios. La aventura y el desafío deben ir de la mano con la responsabilidad y la preparación adecuada para evitar tragedias y preservar la majestuosidad y la naturaleza única de esta impresionante cumbre.