En todos los casos lograron complejas vías en 7 miles remotos. El jurado buscó premiar el actual estilo alpino de compromiso y exploración. Dos cordadas de EE.UU., una de Japón y una checa recibirán el galardón en septiembre en Polonia.

Este 19 de septiembre se entregarán los premios Piolets D’Or 2020 en el marco del 25° festival de montaña de Ladek, Polonia, y los 7 miles asiáticos serán protagonistas.
El Piolet d’Or Lifetime Achievement “Walter Bonatti” Award, lo recibirá nada menos que Catherine Destivelle.
Son cuatro los ascensos notables a 7 miles asiáticos seleccionados para esta edición, según informaron desde el departamento de prensa del evento alpinista más trascendente del mundo.
El 2019 resultó ser muy rico para el alpinismo moderno, con un número sustancial de primeros ascensos importantes de todo el mundo. Los protagonistas fueron alpinistas de amplia diversidad.
Hubo ascensos notables de la “vieja guardia” de escaladores con mucha experiencia. Pero también buenos logros de una nueva generación prometedora.
El jurado técnico internacional de ocho miembros tuvo la difícil tarea de hacer una elección que, sin descartar subidas notables, se volcó por unos pocos ascensos importantes y sobre todo “representativos” del estilo alpino moderno del montañismo.
Los cuatro ascensos comprenden dos 7 miles en Nepal y dos en Pakistán. En la mayoría había habido intentos anteriores y por eso estaban en el radar de varios “partidos fuertes”.

Chamlang (7.321m)
Ubicado en Mahalangur Himal, Nepal Los protagonistas fueron los checos Marek Holeček y Zdeněk Hák. Se trató del ascenso de su cara Noroeste, línea “UFO”, 2.000 m, WI5 M6 y travesía, realizado entre el 17 y el 23 de mayo ascenso y descenso desde campo base.
Cuando Holeček y Zdeněk Hák llegaron en la primavera de 2019 era obvio que la cara tenía poca nieve y mucho hielo. Flanqueando los peligros objetivos en la sección inferior, establecieron un vivac a 5.300 m bajo el glaciar desde donde se dirigieron hacia arriba.

Al cuarto día hicieron cumbre y vivaquearon 80 m por debajo. El 21 de mayo cruzaron la cumbre y transitaron la ruta japonesa original en la cresta Sur. Eso resultó más difícil de lo esperado.
Dos vivacs más, sin comida, y el difícil descenso rappel incluido con muy poca visibilidad fueron necesarios para llegar al valle.
La ruta fue nombrada UFO como un tributo a Reinhold Messner y Doug Scott quienes, en 1981, con los sherpas Ang Dorje y Pasang, fueron los primeros en escalar la cara Norte
del macizo de Chamlang y llegar a una de las cumbres medias. Allí quedaron desconcertados por un objeto en forma de caja que flotaba sobre ellos, bajo el sol del mediodía.
Tengi Ragi Tau (6.938 m)
Ascenso a la cara Oeste de este casi 7 miles por parte de los estadounidenses Alan Rousseau y Tino Villanueva. Línea Release the Kraken, 1.600 m, AI5 M5 +, del 13 al 17 de octubre.
En 2012, en su primera expedición al Himalaya, Rousseau y Villanueva lograron el primer ascenso de la vía Langmoche Ri en la cresta Norte de Tengi Ragi Tau, en Nepal. Allí quedaron hipnotizados por la cara Oeste, su magnitud, sus finos canales de hielo a través de hermoso granito.
Regresaron en 2014 para intentar una línea directa. Subieron hasta unos 6.500 m, hasta que el clima les permitió. Cinco años después lo lograron.

Después de cruzar el paso de Tashi Laptsa y acampar en el glaciar Drolambo, los dos estadounidenses subieron a los primeros campos para acceder a la cara nevada.
Hicieron tres vivacs antes de llegar a la cima. El descenso fue complicado en rappel por la línea de ascenso.
La línea técnica y elegante en una de las caras sin escalar más apetecibles del Rolwaling, fue la recompensa por la perseverancia de dos experimentados guías alpinos.
Fue apenas el segundo ascenso a esta compleja montaña, la primera en estilo alpino.
Link Sar (7.041 m)
Gran hazaña de Mark Richey, Steve Swenson, Chris Wright y Graham Zimmerman, el primer ascenso por la cara Sureste del Link Sar, uno de los 7 miles en el macizo Masherbrun, Pakistán. Fueron 2.300 m, AI4 M6 + 90° del 31 de julio al 8 de agosto de 2019.
Otra cumbre muy codiciada, esta vez en el Este de Pakistán, Karakoram. El Link Sar había recibido al menos ocho intentos. Pero el conflicto Indo-Pakistaní convirtió a esta región en complicada a la hora de obtener un permiso de ascenso.

Steve Swenson intentó Link Sar por primera vez en 2001 con un equipo estadounidense. Después de una serie de intentos fallidos de permiso, en 2017 lo abordó con Chris Wright y
Graham Zimmerman. Habiendo descubierto ahora una línea de ascenso factible, los tres decidieron reforzar el equipo en 2019 con la incorporación de Mark Richey.
Seis días después de salir del Base Avanzado, llegaron a la cima. Debieron esperar que pase una tormenta de más de 36 horas. En el día de la cumbre se recuperaron de una caída de líder de 35 m por una avalancha.
Luego necesitaron más de dos días para desandar la ruta. El éxito fue premio a su persistencia.
Rakaposhi (7.788 m)
Gran logro de los japoneses Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima a este casi 8 mil. Ascendieron por su cara Sur y cresta Sureste, a 4.000 m del campamento base en julio del año pasado.
La región de Hunza del Karakoram de Pakistán contiene impresionantes montañas que por sólo unos cientos de metros no marcan 8.000 m. Uno de los más destacado es el Rakaposhi, subido por primera vez por la cresta Suroeste en 1958.

El lado sur de la montaña, que conduce a la cima de la gran cresta Sureste, permanecía intacto, pues nadie pudo encontrar una ruta factible.
Desde un campo base a 3.660 m en el morro del glaciar, y en general con clima inestable
clima, Kazuya y Kenro subieron la cara Sur a 6.100 m, tanto para aclimatarse como para confirmar que su línea elegida era la correcta.
Tres días de enérgica trepad, con nieve suave y profunda, y arribaron a un campamento a 6,800 m en la cresta Sureste, donde debieron esperar dos días por mal tiempo. Después, lograron la cima y regresaron en una sola y larga jornada. Al día siguiente invirtieron su línea de ascenso hasta llegar al base.
Aunque la ruta no presenta las altas dificultades técnicas de los otros tres ascensos premiados, su enorme longitud y el compromiso y estilo de Hiraide y Nakajima en una montaña rara vez escalada, lo hace igual de meritorio.