El Departamento de Turismo de Nepal reflotó algunas normas antiguas y controvertidas en Everest, para evitar publicidad negativa. Entre ellas la prohibición de difundir fotografías de otras personas en el Everest, sin permiso oficial. Operadores afirman que son casi imposibles de cumplir.

La imagen que tomó Nirmal Purja de un atestado Everest (Nepal / China, 8,848 m) en mayo de 2019 que se viralizó y despertó indignación en todo el mundo, dos años después sigue generando consecuencias y decisiones, a pocas semanas de iniciarse la temporada de ascenso al monte más alto del planeta.
Así lo informó esta semana el diario The Kathmandu Post. En un artículo, el medio encuentra que esa fotografía de Nims no solo refleja la popularidad de la montaña, sino el peligroso hacinamiento y exposición a más de 8.000 metros, en la llamada “zona de la muerte”. Y esa difusión negativa preocupa a las autoridades.
El famoso nepalí, récord por escalar los 14 ochomiles en solo 190 días, al compartir aquella imagen con los medios en realidad estaba infringiendo la ley. El gobierno de aquel país pretende desde esta temporada hacer efectivo su cumplimiento, en ese y otros aspectos.
“Nuestra ley prohíbe la difusión de fotos y videos tomados en el Everest sin el consentimiento del Departamento. Pero la práctica no se ha detenido. Por lo tanto, hemos emitido nuevas reglas antes de la temporada de escalada para hacerlas más efectivas”, señaló la directora de la División Montañismo del Departamento de Turismo, Mira Acharya.

Es claro que en igual medida que crece la popularidad de hacer cumbre en la montaña más alta del mundo, los montañeros se quejan de que los “atascos de tráfico” cerca de la cima representan un real riesgo para sus vidas.
Prohibido difundir
Aunque este año no habrá seguramente hacinamiento en el Everest, dadas las restricciones por Covid-19, las autoridades pretenden esta vez sí hacer cumplir las reglas, con el objetivo de evitarse controversias y polémicas que puedan cuestionar el jugoso negocio como el de las expediciones.
Tajantemente la norma prohíbe “tomar, hacer y compartir imágenes y videos de otros escaladores sin el consentimiento del Departamento”, esto con efecto inmediato.
“Honramos la libertad personal de los escaladores” reconoce la funcionaria. Pero recalca, paradójicamente, que “eso no significa que puedan publicar imágenes y videos de otros sin su consentimiento. Todas estas actividades han sido prohibidas”.

Concretamente, si alguien tiene la intención de difundir fotografías y videos de personas, avalanchas e incluso cadáveres en la montaña, debe obtener el consentimiento del Departamento de Turismo. La misma agencia gubernamental que emite los permisos para escalar el Everest.
“Haces un clic aquí y en un instante tu foto da la vuelta al mundo” apreció un escéptico Ang Tsering Sherpa. El ex presidente de la Asociación de Montañismo de Nepal y titular de Assian Trekking, consultado por el Post de Kathmandu.
Ang Tserin enfatizó que todas las reglas son antiguas, y que el departamento “solo está tratando de recordarle a la gente que estas reglas existen”.
Otras normativas
La prohibición de tomar fotografías se encuentra entre las 11 nuevas reglas que el departamento anunció, en las semanas preliminares a la temporada de ascensos.

Otro inciso obliga a que cada expedición asegure a todo el personal de apoyo, distinguiendo entre guías y porteadores. No como hasta ahora que hacían figurar a todos como porteadores, cuya póliza es más barata.
También los escaladores deberán presentar informes médicos que demuestren buena condición física para escalar Everest.
Además, las nuevas reglas obligan a todos los expedicionarios a presentar su itinerario detallado antes de solicitar permiso. Incluso el de regreso a Kathmandú, para neutralizar a los alpinistas perezosos que fingen enfermarse para que los bajen en helicóptero, ya que tienen la cobertura del seguro.
El permiso de ascenso para extranjeros cuesta en Everest US$ 11,000. En 2019, el gobierno de Nepal recaudó US$ 5.07 millones por permisos de escalada, de los cuales US$ 4.05 millones correspondieron a Everest.
