Se presentó con síntomas de un grave cuadro en el Servicio Médico de Plaza de Mulas. En 30 minutos ya el helicóptero lo bajó al ingreso del Parque Aconcagua, y 1 hora después la ambulancia lo trasladaba a Uspallata.
Un claro ejemplo de lo fructífero que resulta el trabajo coordinado y solidario se vivió este viernes al mediodía en el Parque Provincial Aconcagua. Se logró superar un complejo problema médico de un montañista gracias a la tarea veloz y precisa tanto del Servicio Médico de Plaza de Mulas y Horcones como del cuerpo de Guardaparques, del helicóptero para evacuaciones y del Servicio Coordinado de Emergencias.
Todo comenzó a las 11:15 cuando un hombre de 59 años, de Buenos Aires, concurrió al servicio médico de Plaza de Mulas. Sus síntomas: falta de aire y tos desde hacía varias horas. El hombre es allegado a la delegación del Ejército que por estos días está de expedición en el Coloso.
La Dra. Anita Saravia constató que esta persona en el último año no había hecho experiencia en altura. Sólo en días previos subió el Cristo Redentor, pero nada en la cota de Plaza de Mulas (4.300 metros).
Su frecuencia respiratoria muy acelerada y su saturación de apenas el 51% eran índices muy bajo para la altura. Además, pulso acelerado y rales crepitantes pulmonares muy marcados.
Por aire
A las 11:30 el hombre fue medicado, e inmediatamente Saravia solicitó la presencia del helicóptero para su pronta evacuación. Esto ocurrió apenas 15 minutos después, y 11:45 el paciente descendía velozmente a Horcones en la aeronave. Con la atenta asistencia de los Guardaparques.
Así, en solo 30 minutos se evacuó a una persona con Edema Agudo de Pulmón, un cuadro grave, y síntomas de Mal de Montaña.
Por tierra
En Horcones lo recibió la Dra. Roxana Pronce, quien luego de recibir la información de su colega, lo mantuvo hasta una hora más tarde. Tras revisarlo y dotarlo de más medicación y oxígeno, definió su traslado en ambulancia hacia un hospital. Su saturación apenas había subido a un 62%, una medida aún muy baja para la altura.
La profesional activó así la emergencia a través del Servicio Coordinado. En pocos minutos arribó la ambulancia al Centro de Visitantes y trasladó al paciente al hospital de Uspallata.
En definitiva, ante un cuadro sintomático de un andinista que no por repetido es menos grave, solamente pasaron 90 minutos entre el momento que el hombre solicitó asistencia médica en el campamento a 4.300 metros y su traslado en una ambulancia hacia un centro hospitalario en la ciudad. Un mérito cotidiano de quienes integran los servicios en Aconcagua, que no siempre tiene la visibilidad que se merece.