Sutiles cambios debió instrumentar la compañía Toblerone a la imagen del monte Cervino, o Matterhorn (Italia/Suiza, 4.478 m) estampada en su packaging, convirtiéndolo en una nueva montaña, muy similar pero indefinida.
La nueva montaña no se diferencia demasiado del Cervino que ilustra las cajas del exquisito chocolate originalmente suizo, ligeramente más abstracta. De forma menos notable, el contorno del oso en la ladera, a la izquierda, sigue siendo apreciable en el nuevo diseño.
También el texto en los envases “Toblerone of Switzerland” tuvo que ser reemplazado. Ahora se lee “Established in Switzerland 1908”, el año de su fundación por parte de Theodor Tobler.
Los cambios responden básicamente a que parte de la producción del famoso chocolate se realizará en una nueva planta fabril en la capital de Eslovaquia, Bratislava. Esto se debe, a su vez, a la saturación de la capacidad de la factoría principal de Toblerone en Bern-Brünnen.
Una norma aprobada en Suiza en 2017, obliga a las compañías de alimentos que utilicen símbolos nacionales suizos, o remarquen su fabricación en Suiza, a contener un 80% mínimo de materias primas de ese país. Y el 100% si se trata de leche o derivados lácteos para elaboración. Con excepciones para materias primas ausentes en el país helvético, como el cacao.
Además, el trabajo esencial de producción debe tener lugar en Suiza, si se quiere transmitir que está hecha en ese país.
SI bien aún no inicia la producción -lo hará en los próximos meses-, Toblerone ya desembarcó con el nuevo logotipo en los puntos de venta. Confían que el cambio no impactará en sus ventas y que la mayoría de los consumidores lo seguirá emparentando con Suiza.