En Pocho, al Noroeste de Córdoba, Argentina, existe un misterioso conjunto de antiguos volcanes en medio de un paisaje de sierras, bosque chaqueño y palmeras nativas. Una empresa de expediciones propone un itinerario para recorrerlos e incluso ascender alguno de los sorprendentes conos.
En Pocho, un poco conocido rincón en el Noroeste de la provincia argentina de Córdoba cobija un sorprendente conjunto de antiquísimos volcanes en una escenografía de palmeras, nativas, que dan aspecto den exótico paisaje más común en otras latitudes.
Los volcanes se encuentran en inmediaciones de las localidades de Taninga y Salsacate, cabecera del departamento de Pocho. Son los principales el Ciénega, de 1.300 metros. Cerro Poca, de 1.600 metros, oculto entre los denominados cerros Azules. Y Yerba Buena, que con 1.760 metros sobre el nivel del mar es el punto más alto de las Sierras de Pocho.
La empresa Alto Rumbo propone descubrir los principales conos. El encuentro es por la mañana en la plaza de Salsacate, para acometer el volcán Ciénaga, donde se inicia el ascenso. Son 5 km con 300 metros de desnivel desde la finca Posada del Volcán, el portal de ingreso. Luego, una travesía de unos 10 km rodeando el Ciénaga entre campos, monte y palmeras caranday, hasta el campamento base del cerro Poca, en Alto de la Cruz.
El tiempo de marcha total de la jornada es de aproximadamente 8 horas. En la base del Poca se disfrutará de dos noches realmente mágicas.
El desafío del segundo día es aproximarse -en medio de especies representativas del bosque chaqueño- hasta el faldeo del cerro Poca, para iniciar el ascenso a su cumbre ante la presencia de curiosos cóndores.
Luego del almuerzo, el regreso al campamento tras haber recorrido 15 km y 500 metros de desnivel en ascenso, en 8 horas de marcha.
Regreso con sorpresas
Al tercer día, luego de desarmar el campamento, la caminata se desarrolla por el margen del arroyo Cañada de Salas hasta el pueblo homónimo, al pie del cerro Veliz.
Desde allí se asciende el cerro Corralón, elevado a 1.200 msnm, cráter de un volcán con vegetación que antiguamente los pobladores locales utilizaban como corral para los animales. Son unas 2 horas de marcha, pasando por sitios históricos y vestigios arqueológicos como aleros y morteros comechingones, antiguos habitantes que marcaron la idiosincrasia del pueblo pochano.
El recorrido concluye en el puesto Don Chavalo Morán, donde espera el transfer para volver a Salsacate, para el almuerzo de cierre.
La dinámica que propone Alto Rumbo está pensada para caminantes solos, parejas, amigos o familias, con niños mayores de 12 años.
Si bien la actividad tiene exigencia, no se requiere una preparación física especial. La experiencia demuestra que con gran voluntad, resistencia a la fatiga y buena predisposición, es posible. Vale la pena porque el escenario es de una belleza inimaginable al que solo se puede llegar caminando.
Eduardo Mascaró, quien recientemente tomó los servicios para este itinerario, explica lo que le dejó la experiencia: “Me dejó sorprendido este rincón poco conocido de Córdoba, en donde se mezclan los conos de antiquísimos volcanes con la escenografía de palmeras que parecen sacadas de algún lugar exótico. Resultó una experiencia única y diferente por senderos muy poco transitados. Con la sensación de ser de los primeros en llegar a las cumbres de los viejos volcanes. La conexión con los otros miembros del grupo fue sensacional y el guía merece una felicitación por el esmero puesto en atendernos y acompañarnos, para que la experiencia fuera óptima”.
Info
Punto de encuentro: plaza Central, Salsacate
Tiempo: 3 jornadas
Dificultad: media
Público recomendado: mayores de 12 años
Distancia: 33 kilómetros
Servicios: guías, seguros, primeros auxilios, comunicación, vehículo, protocolo socorrismo, alojamiento en carpa, equipo de cocina, comidas
Consultas: @altorumbo