La alemana estableció el primer tiempo femenino por la ruta de circunvalación. Dialogó con CUMBRES y relató su increíble desafío.
Es alemana y reside en Colorado, Estados Unidos. Aficionada a la escalada y el alpinismo, Sunny Stroeer (32) empezó a escribir su muy particular historia años atrás cuando abandonó su puesto profesional en una consultora de su ciudad, compró una van y se dedicó a recorrer el mundo para escalar y correr por las montañas. La patrocina Mountain Hardwear y es además una eximia fotógrafa de montaña.
Esta temporada Sunny completó un ascenso non stop por la ruta 360° en Aconcagua, y se convirtió en la primera mujer en completar ese trayecto en una prueba de velocidad. Así, quedó establecida la marca para ese periplo, que inició en el ingreso al Parque de Punta de Vacas, campo base Plaza Argentina, Cólera, cumbre y descenso por la ruta normal de Plaza de Mulas hasta el acceso de Horcones, para finalizar la prueba en Punta de Vacas.
La corredora marcó un tiempo certificado por los guardaparques de 47 horas 30 minutos, en una longitud de 104 kilómetros y un desnivel de más 4.500 metros.
CUMBRES: Tienes el récord en el circuito Annapurna como la mujer más veloz. ¿Qué diferencias encuentras respecto de tu marca en Aconcagua 360°?
Sunny Stroeer: El récord de Annapurna fue bien diferente: la longitud total de 220 kilómetros es mucho mayor que la 360°, mucho más baja (comienza a 800 m y sube solo hasta 5.400 m). Tuve que portear mi equipo, aunque había pueblos y casas de té por el camino por lo que no necesité tienda, bolsa de dormir o calentador, pero tampoco me di el lujo de dejar botas y capas. La diferencia más grande fue la longitud del circuito, lo que significaba dormir un poco cada noche en lugar de intentar un solo tirón, como en Aconcagua.
¿Cuáles fueron dos o tres tips técnicos que ayudaron a conseguir tu objetivo?
La aclimatación no se puede apresurar ¡No me sorprende que muchos de los tiempos más rápidos en montaña sean logrados por guías o porters locales! Yo pasé más de un mes en la montaña (gran parte en Nido de Cóndores) para aclimatar antes de intentar la marca. Hay un dicho entre los ultra runners: “No importa cómo te sientas, va a cambiar”. Sabía que por momentos me sentiría débil y no podría continuar; el truco es continuar de todos modos y tener fe en que (con la estrategia correcta) al final te sentirás mejor de nuevo. Un desafío como Aconcagua 360° es mitad físico y mitad mental. A mi ritmo lento, y porque estaba completamente sola, sabía que lo mental iba a ser muy difícil, especialmente la noche de Plaza Argentina a la cima. La disciplina mental está fuertemente relacionada con el sueño: cuanto más privado de sueño estás más fácil es engañarte para que hagas cosas que realmente no quieres (como rendirte). Pude sentir que llegué a este punto de privación crítica de sueño a eso de las 4 AM del viernes, unos cientos de metros por debajo del Campo III Guanacos. Me tumbé en el sendero para tomar una siesta de 30 minutos, único sueño real que tuve a lo largo de las 47,5 hs. Esa siesta, y estar preparada para usar ese sueño como herramienta estratégica (llevé una bolsa súper liviana, vivac de emergencia para este propósito), fue fundamental para seguir montaña arriba.
¿En qué aspecto de tu entrenamiento y condición física te sientes fuerte y en cuál piensas que deberías mejorar?
Soy fuerte en estrategia -descubriendo tips de logística y equipamiento, planificando tiempos realistas para cada segmento- y también soy escaladora fuerte, lo que es bueno para ir lento, constante y no detenerse. Mis amigos de montaña dirán que soy MUY buena para comer, una gran ventaja en una misión como ésta. ¿Dónde mejorar? Fácil: velocidad. No soy una corredora rápida (mi tiempo de maratón más rápido es de 4 h 1 m ¡dudo que pueda correr tan rápida ahora!). También me interesa la conservación de la energía -algunos me llamarán perezosa- o sea que con gusto aumentaría mi potencia en lugar de correr largos tramos incluso si el camino es accesible.
¿Hubo algún momento durante el desafío en que pensaste abandonar?
Sí, muchos. El camino de Plaza Argentina a la cumbre fue realmente difícil, y por supuesto se hizo más y más cuanto más arriba. El tramo por encima del Campo III fue el peor. Pensé abandonar allí cuando me sentí tan cansada que literalmente no podía mantener los ojos abiertos. REALMENTE quería abandonar en Cólera porque estaba retrasada en mi horario (mi plan era salir a la cumbre a las 7 AM, pero llegué a Cólera a las 7:15). Me sentía débil y encima alguien había tomado la olla con hielo limpio que había escondido en el refugio Elena para derretir y hacer café caliente o preparar cereales. No tenía forma de derretir nieve. Seguí adelante de todos modos por dos razones: mi novio me envió mensajes de texto en mi Garmin GPS Messenger animándome a seguir… y el increíble Julián Kusi (guía asistente de la empresa INKA), que asistía a un grupo de clientes a la cumbre ese día ¡Él dejó que sus clientes y guía principal siguieran adelante sin él para esperarme en Cólera hasta que yo llegara! Quería asegurarse que yo estaba bien y que supiera que él estaría montaña arriba como medida de seguridad. ¡¡GRACIAS JULI!! El tramo de Cólera a la cumbre fue increíblemente difícil, sobre todo porque me quedaba muy poca agua y tuve que luchar mucho para no abandonar durante todo el camino hasta Independencia. Una vez que allí todavía era muy difícil, pero sabía que seguiría. En ese momento recibí varios mensajes de amigos y un montón de personas de Mountain Hardwear (mi principal patrocinador). Fue realmente agradable y me dio un impulso extra de energía que tanto necesitaba.
Dijiste que los guardaparques de Aconcagua te “persiguieron”. ¿Puedes darnos detalles de esa situación?
Bien, no fue realmente una “persecución”, creo que hubo un problema de traducción. Es una historia complicada y larga. Versión corta: Los guardaparques no me permitieron ingresar al Parque en Punta de Vacas con el permiso regular 360° que tenía. Tuve que ir a Horcones para solicitar permiso especial al jefe de guardaparques, que me denegó. En ese punto, de alguna manera la gente de Inka Expediciones logró obtener un permiso especial (¡por otros u$s 730!) a través de la administración del Parque en Mendoza. Después de casi 3 horas de retraso -incluidas en la ida y vuelta de 47,5 horas, por lo que el tiempo puro en el sendero fue cerca de 44,5 h- volví a Vacas y me permitieron continuar oficialmente.
¿Piensas que tus iniciativas y proyectos pueden motivar a más mujeres para aventurarse en desafíos de montaña?
Definitivamente espero que sí. Mi deseo de atraer a más mujeres a las montañas comenzó en Aconcagua cuando subí por la ruta Normal en solitaria y sin apoyo (ugh, ¡nunca volví a hacer eso! ¡Hay una razón por la que existen mulas!) en 2014. No vi muchas mujeres en ese entonces, y ninguna sin ser guiada o asistida por muchachos. Me emocionó este año ver buena cantidad de equipos femeninos (conté 3 incluyendo el que conduje por la normal después de Navidad) y algunos equipos mixtos con 50% de mujeres.
¿Planeas regresar a Aconcagua o los Andes para intentar nuevos desafíos?
Definitivamente a los Andes, tal vez a Aconcagua. Ahora completé mi objetivo principal en Aconcagua, pero es posible que quiera liderar un equipo en la ruta 360° ahora que la conozco bien. Y hay tantos picos hermosos en los Andes, ¡volveré seguro! Aunque también estoy interesada en escalar en diferentes partes del mundo en próximas temporadas.