El licenciado en Educación Física, porter y recordman de Aconcagua, el argentino Matías Sergo, volvió a sorprender en la cumbre más alta de América, al unir el campo base Plaza de Mulas con la cima de 6960,8 metros en el impresionante tiempo de 3 horas 20 minutos.
Habiendo logrado bajar 12 minutos la marca establecida por el estadounidense Tyler Andrews en 2022, Sergo descendió a toda velocidad y arribó al campamento estableciendo también un tiempo único de 4 horas 36 minutos de ascenso y descenso Mulas-cumbre-Mulas.
El campo base de la ruta “normal” de Aconcagua se encuentra a 4,300 metros de altura sobre el nivel del mar. La distancia que Matías Sergo cubrió en la subida fue de 9 kilómetros a la cima de 6,960,8 metros. Y 7 kilómetros el descenso, por el gran acarreo. Se trata de desnivel positivo de 2,660 metros.
Durante varios años, la marca solo del ascenso de 3 horas 40 minutos 20 segundos de Bruno Brunod, Favio Meraldi y Jean Pellissiers lograda en febrero de 2000, fue imbatible.
Recién en 2019, el checo Martin Zhor mejoró el tiempo de los italianos en tan solo dos minutos: 3 horas 38 minutos 17 segundos.
Con la temporada 20-21 cerrada por pandemia, en cuanto abrió la montaña, el estadounidense Tyler Andrews lo intentó e 2022 y bajó en 6 minutos el tiempo de Zohr.
Coleccionista de records
Matías Sergo no es nuevo en esto de ascender en velocidad Aconcagua, particularmente. En la temporada 2018 ascendió por la ruta 360°, desde la localidad de Penitentes, ingresando por la quebrada de Vacas hacia la cumbre y descendiendo por la ruta normal de Horcones. Arribó a Penitentes al cabo de 27 horas 2 minutos, exactamente 58 minutos menos que el ecuatoriano Nicolás Miranda en 2017.
No contento con ello, entre el 10 y el 11 de febrero de 2020 derribó su propia marca, e hizo la misma ruta en un tiempo total de 25 horas 23 minutos 58 segundos. 1 hora 38 minutos más veloz.
En la misma temporada hizo cumbre en Aconcagua desde el capo base Plaza Argentina cruzando el Glaciar de los Polacos en solitario en menos de 11 horas.
En la temporada de su primer récord 360°, Matías también logró el mejor tiempo Plaza Argentina-cumbre-Plaza Argentina (6 h 33 m). Además, entonces batió la marca de cantidad de cumbres en una temporada, 10 en total (5 era la anterior, de Alejandro Randis). Y en 2020, cuando mejoró el tiempo por la 360°, también bajó su propio récord de cumbres, 13 en la misma temporada.
Con este último ascenso, Matías cumplió nada menos que 30 cumbres de Aconcagua desde los campos bases, ida y vuelta, y un total de 36 en su meteórica carrera.
Relato del logro
Apenas arribado a Plaza de Mulas luego de su impresionante doble objetivo logrado, Matías Sergo tuvo la amabilidad de atender al cronista de CUMBRES, para relatar detalladamente el desafío, que a continuación compartimos:
“Básicamente este pegue venía planificado abajo y realmente estuvo muy lindo, el 16 de febrero mismo vi el pronóstico y tomé la decisión de ir el 19, porque se veía un día espectacular. Y lo fue, el monte estaba óptimo para poder hacerlo”.
“La idea era hacer Mulas-cumbre y después Mulas-cumbre-Mulas. Los tiempos estaban en 3:32 Mulas-cumbres y 4:52 Mulas-cumbre-Mulas. Al final quedaron en 3:20, pude bajar ahí 12 minutos y 4:36 que ahí bajé 16 minutos”.
“Salí a las 9 de la mañana para que pudiera ir con un poco de sombra hasta Canadá, un poco más arriba. Al final fue hasta la piedra 5000, hasta ahí estuve con sombra y ya después todo solicito. Habiendo pasado dos horitas, llegué a Piedras Blancas y después saliendo de La Cueva había unos amigos que en todo momento me alentaron, me subieron el ánimo. Iba a full motivado y todo, pero se me puso la piel de gallina firme, fue muy lindo, una sensación muy linda”.
“Pero a los 10 o 20 pasos tuve un calambre en el aductor, que pensé que me dejaba afuera. Tuve que descansar unos cinco o siete minutos, en ese momento me empecé a masajear yo, después se acercó un amigo guía, Frodo, y me hizo unos masajitos que ahí pude relajar un poco más y seguir. Ya no con la misma intensidad, porque no podía hacer el paso largo como yo lo hago, pero pude seguir”.
“Para sorpresa, cuando llegué a la cumbre vi que lo había bajado 12 minutos. No lo podía creer, así que rompí en llanto de emoción y bueno, fue muy lindo hasta la cumbre. Ahí me esperaba un gran amigo, Serafín, me habían porteado las botas el día anterior unos compañeros porters de Lanko, el Tano Emir y Tonga. Yo había ido con zapas, que protegían bastante, pero no dejaban de ser zapas, y para la bajada estaba convencido de hacerlo con botas”.
Descenso y gloria
“Me puse las botas y empecé la bajada. En principio estuve 20 minutos y cuando empecé a bajar, bajé medio lento los primeros 100 o 200 metros, como pisando huevo. Porque me molestaban ambos aductores, el izquierdo fue el que tuve el calambre fuerte que me dejó fuera durante unos instantes. Pero bajando sentí los dos, y subiendo también, como que estaba a punto del calambre”.
“Bajé despacio la primera parte y ya después me embalé. No pude bajar a tope, pero bajé y creo haber hecho 56 minutos de bajada, 4:36 fueron finales”.
“Sentí una energía diferente de toda la gente, todos muy contentos y motivados, eso es lo que sentí. Lo disfruté un montón, realmente disfruté todo el camino. Llegué muy bien también a pesar del calambre, muy consciente, para nada papo como se suele decir en altura”.
“Destaco mucho a todos mis compañeros porters porque todo Plaza de Mulas y un montón de gente abajo estaba haciéndome el aguante. A mi incondicional esposa “Cuca”, campamenteros, guías. Fue un pegue diferente porque sentí el apoyo de todas las empresas, de todos los lugares, eso hizo que lo disfrutara mucho más”.
“En cuanto al control, Guardaparques se encargó de todo, tanto de pasarme un testimonio para que le pueda sacar fotos en la cumbre, como para controlar el tiempo y demás, eso está controlado. También está el Garmin que tiene los tiempos”.
“Agradecido del monte que estuvo alucinante”.