Los ecuatorianos Egloff y Miranda intentarán el gran desafío este lunes 18. Quieren tener su oportunidad ya que el miércoles cambiarían las condiciones meteorológicas.

Los escaladores ecuatorianos Karl Egloff y Miranda ya van rumbo al gran desafío de la pared Sur del Aconcagua, una iniciativa deportiva de alto vuelo que les viene resultando esquiva en los últimos tiempos.
Cumbres dialogó con Egloff tras su almuerzo este sábado en Uspallata, la villa de montaña a mitad de camino entre la capital de Mendoza y el Parque Aconcagua. La consulta giró en torno del estado físico de ambos deportistas de cara al gran desafío. Es que vienen de una semana por demás exigida guiando a un grupo de compatriotas y dos cumbres en 24 horas.
Descanso
“Hemos descansado lo justo, nos habría encantado descansar más. Pero se daña feo el clima del miércoles en adelante se pone muy ventoso. Se abre una ventana de mal clima por lo que hemos decidido salir con todo. Y como el lunes estará bastante bien lo intentaremos el lunes”.

Los ecuatorianos Egloff y Miranda bajaron a la ciudad de Mendoza este miércoles tras una maratónica expedición guiando a un grupo grande de sus compatriotas.
“Fue muy fuerte portear desde campo base (Plaza Argentina, por la ruta 360°) a campo 2. Y de ahí el día después el ascenso a la cumbre con Nico por el glaciar de los Polacos como entrenamiento. El día después prácticamente sin dormir andar a cumbre con los clientes, es decir dos cumbres en 24 horas. Y al día siguiente la travesía para bajar a Mulas fue muy dura, muy expuesta, incluso tuvimos un rescate. Yo llegué a las 3 de la mañana a Mulas prácticamente caminando todo el día y toda la noche. Ni bien llegamos a Mulas a las 2 o 3 horas descendimos a Horcones”.
A ese panorama se suma la falta de adecuada hidratación y alimentación. Miércoles, jueves y viernes en Mendoza sirvieron para descanso, sueño, buena comida y recuperación.
Estrategia
El plan trazado es arribar este mismo sábado al campamento de Confluencia (3.300 m), y tomarlo con calma casi como un día de descanso más. Mañana domingo llegarían al campo base de Plaza Francia, en donde podrán hacer un reconocimiento in situ de la pared Sur. Y chequear la ruta con binoculares y definir la salida para el lunes por la madrugada e intentar el récord. “La hora todavía no la tenemos definida. Tenemos que ver mañana por ejemplo a qué hora pega el sol en las Grandes Torres y esos detalles. Entrar el lunes y salir el martes si todo sale bien”.
La estrategia de Egloff y Miranda consiste en recibir el sol en el sector de las Grandes Torres para poder escalar sin guantes. Y ser muy solventes en las Areniscas, una zona muy expuesta donde la caída de material es constante. “No quisiéramos que el calor sea nuestro enemigo. Hay que ser muy inteligentes a qué hora estar y en dónde por el calor de la montaña”.
Finalmente, Egloff aseguró que entrarán a la pared “bien ligeros, con lo justo. Un jetboil, un gas pequeño, comida para 12 a 15 horas. Una ración extra por si tuviéramos que vivaquear una noche, llevando un vivac. El suficiente equipo de frío, el equipo de seguridad, cuerdas, rack. Pero lo más justo posible, tratando de pensar en los pasos difíciles y ser eficientes ahí”.