La intervención humana sobre el entorno natural es una desenfrenada carrera que no conoce de obstáculos. Día a día la apuesta se redobla colonizando nuevos espacios en su despiadado avance en búsqueda de fugaces placeres, con la mayor velocidad y el menor esfuerzo posibles. Y sin reparar en el precio.
Lejos de renegar del avance y el desarrollo humano, y el aprovechamiento de la tecnología para mejorar las condiciones de vida, este artículo solo pretende exponer un caso. Y dilucidar cuáles son los límites de estos postulados, si los hubiera.
Pero también, convocar a la reflexión sobre la búsqueda de un equilibrio o regulación sobre estas iniciativas que más parecen perseguir un hedonismo exacerbado que un saludable disfrute de la naturaleza.
Alpinismo de centro comercial
En las alturas de las bellísimas montañas de los Alpes berneses, se erige el Tissot PeakWalk, un puente colgante que conecta dos picos del macizo de Diablerets, en el cantón suizo de Vaudun.
De tal forma, quien asciende a uno de ellos, ya no debe recorrer la cresta para acceder a la segunda cumbre, cinco metros más alta. Ahora puede hacerlo tan solo atravesando una moderna e innovadora pasarela de aluminio de 80 centímetros de ancho, colgada de cables de acero empotrados en la roca de la montaña.
Quien tenga la fortuna de visitarlo y recorrer sus 107 metros de extensión, ni siquiera debe preocuparse si sufre miedo a la altura. Un innovador sistema de anclaje, elimina cualquier movimiento que pudiera producir caminar sobre él.
La vista desde el puente mismo es, claro está, apabullante. En total comodidad y seguridad, se pueden avistar picos famosos como el Eiger, el Mont Blanc, el Matterhorn, el Mönch o el Jungfrau.
Alto glamour
Después de un avance cómodo por esas alturas, corona la experiencia turística un glamoroso restaurante en el otro extremo del puente. Además, un kiosco interactivo brinda información sobre otras atracciones locales.
La empresa llamada Glacier 3000 lleva más de 50 años instalando en las montañas tantas telecabinas como le resulta posible.
Si bien atravesarlo es gratuito, se complementa con innumerables atractivos como alta gastronomía, paseo sobre glaciar y trineos tirados por perros.
También autobús de nieve, vuelo glaciar, actividades del ámbito del esquí y el snowboard, y una tienda de relojes y souvenirs.
(Ph: Glacier 3000)