El 25 de septiembre de 2017 a las 00:30 (hora argentina), el sanluiseño Gabriel Guillar (48) llegó a la cumbre del monte Manaslu, en la cordillera del Himalaya, octava cima más alta del planeta con 8.162 metros.
De esta manera, Gabriel se convirtió en el primer “puntano” en lograr en su primer intento tan alto objetivo deportivo: pisar una cumbre de más de 8.000 metros de altura.
Integró un equipo de expedicionarios liderado por el conocido guía de Aconcagua Tendi Sherpa, junto a los suizos Arthur Maret e Yvan Maye y el albanés Uta Ibrahim.
Guillar si bien no tenía experiencia alguna en Himalaya, hace 20 años que hace montaña, subió tres veces el Aconcagua, compite en maratones y travesías en kayak. Integra el club de montaña Inti Anti San Luis, del cual fue presidente en varios períodos.
Lo que había nacido como un proyecto personal se convirtió luego en “San Luis al Himalaya” del club de montaña Inti Anti, y finalmente fue la expedición de la provincia por la difusión pública que tuvo y por el apoyo que logró del Gobierno Provincial y Municipal de San Luis.
El desafío comenzó con el viaje a Nepal el 22 de agosto pasado. A los pocos días iniciaron el largo trekking hacia el campo base del Manaslu que conlleva unos diez días. Así a lo largo de un mes se sucedieron los procesos de aclimatación y conquista de los campamentos de altura, hasta el crucial momento de la ventana de buen tiempo para intentar el asalto la cumbre, que se produjo finalmente el 24 y 25 de septiembre.
Su primera impresión al llegar al Campo Base fue que era “tremendamente empinado, impresionante. Y las avalanchas se escuchan noche y día, es una montaña que se carga mucho de nieve. Después te familiarizás, pero el riesgo es muy grande” confió Gabriel en diálogo con CUMBRES a su arribo al aeropuerto de Mendoza.
El puntano relató que el periplo entre el Campo 1 y el 2 es el más técnico con trayectos de escalada propiamente, mientras que entre los Campos 3 y 4 el tramo es básicamente físico, muy extenuante, con tránsito con cuerda fija, oxígeno complementario y grietas que se sortean con escaleras.
Lograr la cima del Manaslu para Gabriel fue sin dudas el punto más alto de su carrera en la montaña: “En mi cabeza tenía la cumbre, no existía la posibilidad de volverme sin lograrlo. Sabía que iba a tardar más o menos días, con más o menos dificultades, pero estaba seguro, estuve entrenando y preparándome para esto”.