Julián Kusi llegó a Mendoza en 2011 con un objetivo modesto: cocinar y, quizás, ver nieve por primera vez en su vida. Lo que no imaginaba era que ese viaje lo llevaría a convertirse en un referente del montañismo en el Aconcagua.
Originario de Medellín, Colombia, su primer contacto con la montaña fue entre ollas y fogones, trabajando como cocinero en campamentos base durante la temporada 2012-2013.
Fue allí, entre los 4,000 y 6,962 metros, donde descubrió su vocación. “Presenciar la dedicación de los escaladores me hizo querer ser parte de ese mundo”, le relata Julián a CUMBRES.
Tras años como porteador y algunas temporadas más en logística, ingresó a la Escuela de Guías de Mendoza. Hoy, con 16 ascensos exitosos al Aconcagua, su misión es clara: democratizar el conocimiento para que otros eviten los errores que él vio repetirse.
YouTube como Herramienta
“¿Qué mochila llevar? ¿Cómo aclimatar? Muchos llegan con equipamiento inadecuado o sobreestimando sus fuerzas”, advierte Julián. Su canal de YouTube nació para responder esas preguntas críticas, con videos detallados que desmitifican la expedición:
– Expediciones paso a paso: Desde Plaza de Mulas hasta la cumbre, documenta cada etapa con realismo.
– Guías de equipo: Explica por qué un bastón telescópico o un buen saco de dormir son tan vitales como el entrenamiento.
– Actualizaciones clave: Precios de permisos, condiciones de la ruta y alertas meteorológicas.
“El Aconcagua no perdona improvisaciones. Quiero que la gente disfrute, pero sobre todo, que regrese”, enfatiza. Su enfoque combina técnica con advertencias honestas: el 60% de los intentos fracasan por mal de altura o falta de preparación, según datos del Parque Aconcagua.
Seguridad y Conciencia
Para Julián, el éxito no se mide solo en cumbres alcanzadas, sino en experiencias seguras. “He visto a personas con equipo insuficiente o que ignoran síntomas de edema. Por eso en mis videos insisto en la aclimatación y la autoevaluación”, explica.
Su canal en YouTube, alejado del sensacionalismo, prioriza consejos prácticos: cómo reconocer el mal de altura (soroche), la importancia de hidratarse sobre todo por encima de 6,500 metros, y hasta recetas calóricas para alta montaña, herencia de sus días como cocinero.
“La montaña te enseña humildad. Si mi historia ayuda a que alguien se prepare mejor, habré ganado otra cumbre”, concluye. Para quienes planean su aventura, su invitación es clara: información rigurosa está a un clic de distancia.
(¿Listo para el desafío? Suscríbete a su canal [aquí] y comienza tu viaje)