El Aconcagua, con sus 6,962 metros de altura, no es solo la cumbre más alta de América y del hemisferio occidental. También es un testigo silencioso de la evolución del montañismo profesional en el continente.
En este escenario de roca y hielo, una empresa mendocina ha escrito su propia historia durante cinco décadas, convirtiéndose en parte fundamental del desarrollo de esta montaña como destino de alpinismo mundial.
El año 1976 marcó el inicio de una relación que perdura hasta hoy. Grajales Expeditions comenzó sus operaciones en el Aconcagua cuando este era principalmente un destino para montañistas expertos. En estos 50 años -con la única interrupción forzosa durante la pandemia de 2020- la empresa ha crecido junto a la montaña, siendo testigo de su transformación en el segundo destino más importante del circuito de las Seven Summits.
Este período de operación continua representa un récord en el mundo del montañismo profesional. Ni siquiera en Everest existe una compañía que haya mantenido presencia ininterrumpida por cinco décadas. La especialización exclusiva en el Aconcagua ha sido clave para Grajales Expeditions, diferenciándose de otras operadoras que diversifican sus destinos.
Innovación en rutas y servicios
El aporte de Grajales Expeditions al desarrollo del Aconcagua como destino se materializó tempranamente con la apertura del itinerario por el Valle de Vacas. Lo que comenzó como una ruta alternativa hoy es una opción consolidada, con el campamento base Plaza Argentina equipado con servicios que compiten con los de la ruta Normal. Productos como la ruta 360° y la travesía por el Glaciar de los Polacos surgieron de esta especialización continua.
Asimismo, la evolución de los servicios en la montaña ha sido importante. En los últimos años se ha desarrollado una competencia saludable entre operadoras que ha beneficiado a los expedicionarios. Wi-Fi en campamentos base, sistemas de energía solar, servicios gastronómicos profesionales y domos climatizados son ahora parte de la experiencia en el Aconcagua.
Seguridad y desarrollo conjunto
Uno de los aportes más significativos de Grajales Expeditions ha sido la implementación de oxígeno embotellado para expediciones rápidas. Originalmente pensado para alpinistas norteamericanos con limitaciones de tiempo, este sistema mejoró las condiciones de seguridad en toda la montaña. La disponibilidad de O2 en los campamentos altos beneficia ahora a expedicionarios de todas las agencias.
La colaboración con Ansilta, empresa sanjuanina de indumentaria técnica, muestra cómo el desarrollo del Aconcagua ha impulsado a otros actores. Ansilta nace en 1980 con el foco puesto en la montaña. Así lo atestiguan sus primeras camperas de pluma, ideales para expediciones en la cordillera de Cuyo.
Con el correr de los años, en sinergia con Grajales Expeditions y con presencia fuerte en Aconcagua, Ansilta creció vertiginosamente y se convirtió en proveedor especializado de montañismo, logrando convertirse en la única empresa latinoamericana certificada por Gore-Tex.
Aconcagua en el contexto global
El posicionamiento alcanzado por el Aconcagua se refleja en los precios de las expediciones, comparables a los de otras Seven Summits como el Kilimanjaro o Denali. Sin embargo, la infraestructura y servicios disponibles en la montaña argentina superan ampliamente a estos destinos. Este ajuste de valoración responde al crecimiento constante en calidad y seguridad que empresas como Grajales Expeditions han impulsado.
Con la temporada 2025-20265 en puerta, el futuro del Aconcagua como destino de montañismo parece prometedor. Con 50 años de experiencia acumulada, Grajales Expeditions continúa siendo parte activa de esta evolución, manteniendo ese delicado equilibrio entre desarrollo profesional y respeto por la esencia de la montaña que los ha caracterizado desde sus inicios.
