Un ex comandante del submarino caminará del Atlántico al Aconcagua. Quiere llevar a la cumbre la bandera con los nombres de los tripulantes.

Guillermo Tibaldi (64), ex comandante del submarino siniestrado ARA San Juan, quiere llevar del Atlántico al Aconcagua, caminando y corriendo, una bandera con el nombre de los 44 tripulantes muertos desde la ciudad de Mar del Plata hasta la cumbre de 6.962 metros.
El homenaje quiere hacerlo coincidir con el segundo aniversario de la última vez que el ARA San Juan zarpara desde Mar del Plata, por lo que el inicio de la caminata sería el 26 de octubre desde el muelle de la ciudad balnearia.
La travesía del Atlántico al Aconcagua conllevaría más de 1600 kilómetros y unos 3 meses y medio. No existen antecedentes de algún desafío igual. Pero sí algunos semejantes, como el del japonés Satoki Yoshida este año desde Valparaíso, Chile, y el del italiano Nico Valsesia hace algunos años desde Viña del Mar, en bicicleta, corriendo y caminando y en modo non stop.

Antecedentes
Guillermo es capitán de Navío retirado. Pasó ocho años de su vida a bordo del submarino hasta llegar a ser el comandante durante dos años. Es apasionado por el deporte y participa con frecuencia en competencias extremas a lo largo del mundo
Además del objetivo deportivo y el homenaje la empresa tiene una finalidad educativa. Durante el trayecto a pie -caminando y corriendo- Tibaldi quiere brindar charlas en ciudades y pueblos para contar su experiencia de vida a bordo del submarino.
Además del respaldo fundamental de su familia, el marino retirado recibió el apoyo de la Armada y Argentina y de los familiares de las víctimas.
Motivación no le falta. Compró una camioneta y la acondicionó para dormir, comer y asearse en ella. Y dispuso de espacios para plotearla con los sponsors que apoyen la causa.
Experiencia
Tibaldi no es nuevo en estas lides. Organizó y participó del primer cruce total a pie de la Isla de los Estados en homenaje al comandante Luis Piedra Buena. Subió los cerros Lanín y Domuyo, algunas veces con fines benéficos. Fue parte del ultramaratón solidario Mar del Plata-Pinamar. Y corrió los “Ironman” en cada continente, excepto el de África. También ascendió dos veces el Aconcagua.
La idea de la expedición es llevar la bandera con el nombre de los 44 tripulantes a lo más alto. Y además donar la altura del cerro en litros de leche a escuelas de Mar del Plata y de zonas rurales próximas a Aconcagua.
Por último, un segundo objetivo es el de construir un memorial en la Escollera Norte. Para ello se venderá simbólicamente a 100 pesos cada metro de desnivel a superar. Esto será reflejado en una cuenta benéfica del Banco Nación (información en Facebook de Guillermo Tibaldi).