La primera quincena de diciembre en el Parque Provincial Aconcagua ha sido marcada por una alta demanda de atención médica y varios evacuados, generando alerta entre los profesionales que operan en los campamentos de aproximación y altura.
Según datos brindados por el Dr. Bernabé Abramor, especialista en medicina de montaña y cotitular de Extreme Medicine, la empresa que presta servicio de atención médica en los campamentos durante las temporadas, ya se han registrado 788 consultas médicas y 18 evacuaciones, cifras que superan ampliamente las de temporadas anteriores para esta misma época del año.
El Dr. Abramor calificó el inicio de esta temporada como “atípico”, destacando que se observa un incremento significativo en la cantidad de atenciones médicas en el ámbito del Parque.
Las intervenciones han tenido lugar mayoritariamente en los campamentos de Plaza de Mulas y Plaza Argentina. Y en menor medida en Confluencia y Nido de Cóndores. En los cuatro campos mencionados hay presencia médica y atención al 100%.
En Plaza de Mulas se atendieron 300 pacientes con 7 evacuaciones, y en Plaza Argentina, la situación fue similar, con 156 pacientes atendidos y también 7 evacuaciones. Mientras que n Nido de Cóndores, se llevaron a cabo 3 evacuaciones, todas con la intervención de la Patrulla de Rescate.
Una de estas operaciones fue particularmente compleja debido a las condiciones adversas, como vientos intensos, lo que dificultó el traslado desde el campamento Cólera hacia Nido de Cóndores. Desde allí, uno de los evacuados tuvo que ser retirado en helicóptero.
Las causas
“Entre los evacuados, ya hemos tenido muchos casos de edema agudo de pulmón”, explicó Abramor. Esa condición ha sido la más frecuente entre los montañistas afectados.
Este tipo de patología, propia de las altitudes extremas, se ve favorecida por una aclimatación inadecuada. “Hay muchos montañistas que quieren venir de forma rápida a Aconcagua, siendo un factor predisponente esencial para edema agudo de pulmón”, advirtió.
Un caso conocido fue el de un alpinista italiano que sufrió un accidente cerebrovascular en las últimas semanas de noviembre. El guía Diego Cavassa, asistió de forma profesional y correcta al paciente. De no haber actuado de la forma que lo hizo, podría haberse tratado del primer fallecido de la temporada. El médico a cargo en Confluencia guió al equipo durante la emergencia, que finalmente concluyó con éxito.
Además del edema pulmonar, se reportaron varios casos de congelamiento severo. Como el de un montañista que presentó lesiones de grado 3 en los diez dedos de sus manos. Este tipo de situaciones, agravadas por las condiciones climáticas de diciembre con bajas temperaturas y fuertes vientos, subraya la importancia de la prevención. Además de la preparación adecuada para ascender al Aconcagua.
La prevención
Los números del comienzo de la temporada enfatizan la necesidad de concientizar a los montañistas sobre los riesgos asociados a la falta de aclimatación y el desconocimiento de las condiciones de la montaña. “Que la gente tenga ese autocuidado, esa prevención. Que se informe sobre cómo hay que subir una montaña y manejarse en ambientes de hipoxia hipobárica, especialmente en la montaña más alta del continente”, instó el médico.
Sin dudas, muchas situaciones graves podrían evitarse con medidas preventivas básicas, lo que reduciría la necesidad de activar complejos protocolos de rescate.
El mensaje final del Dr. Bernabé Abramor fue claro: la responsabilidad individual es clave para garantizar una experiencia segura en el Aconcagua. Aunque el equipo médico, los guardaparques y la Patrulla de Rescate están preparados para intervenir en emergencias, “lo ideal es prevenir esas situaciones. No tener que llegar a movilizar todo un protocolo de rescate en situaciones que pueden ser totalmente prevenibles”.