Junto a la primavera y hasta entrado el otoño, el picaflor se convierte en habitante de los altos valles andinos de Mendoza, muy vistoso y llamativo por sus sorprendentes colores.
El picaflor cometa viene de hibernar durante todo el invierno y despiertan con los primeros calores primaverales.
Con su larga lengua, imposible de apreciar, extrae el néctar de las flores.

Aves silvestres de Mendoza YPF
Mide unos 15 centímetros el macho y 10 centímetros la hembra, de cola más corta.
PUBLICIDAD
Construye su nido, colgado en arbustos, con pequeñas ramas y palitos que une con telas de araña y saliva. En su interior pone dos diminutos y blancos huevos.