Está en San Carlos, a casi 200 km de la capital mendocina y 11 del límite con Chile, y a 3.300 metros de atura. Su superficie es de 14 km2 y su profundidad máxima 70 metros.
Debe su nombre al reflejo en sus aguas del trapezoidal volcán Maipo (5.323 m), a cuyos pies se extiende. Obtiene su agua de los glaciares circundantes y alimenta al río homónimo.
Antoine de Saint-Exupéry ya la describió en su obra “Viento, arena y estrellas”. Y Juan Domingo Perón en su segunda presidencia mandó construir en sus orillas un Observatorio de Rayos Cósmicos.
La fotógrafa Ana Cecilia Vogel, de Los Zorzales, Potrerillos, retrató con ojo maestro y montañés la encantadora laguna, con sus habitantes originarios, los guanacos, y con las diferentes luces que revelan sus mejores galas.
Fotos: Ana Vogel