La pared Sur del Aconcagua es la asignatura pendiente de los ecuatorianos Egloff y Miranda. El año pasado debieron desistir por las condiciones meteorológicas.

El equipo de los ecuatorianos espera cumplir este año con el desafío nada menos que de la pared Sur del Aconcagua. En la temporada pasada debieron renunciar al intento por las complicadas condiciones meteorológicas.
Por estos días los dos se encuentran guiando un grupo de 15 ecuatorianos en Aconcagua por la ruta 360°. Esta tarea los ayudará en la aclimatación y adaptación necesaria para el desafío.
“Queremos aprovechar el hecho de aclimatarnos con este grupo y aparte dar una buena experiencia a nueva gente que viene a Aconcagua. Una vez que salgamos queremos hacer algo por Mendoza. Escalar algo, hacer algo de confianza en la técnica que es importante para la pared Sur del Aconcagua. Y de ahí volver al Parque, entrar a Confluencia, Plaza Francia y ver ahora cómo nos trata la montaña” confirmó Nicolás Miranda a CUMBRES.
Factor tiempo
El año pasado las tremendas condiciones de nieve, viento y neblina atentaron contra la iniciativa que finalmente no pudieron cumplir: “En esas condiciones desde nuestro punto de vista hay mucho riesgo. Ahora esperamos que la montaña nos trate diferente, que no haya viento, que se deje ver la ruta” agregó.
“Venimos con más entusiasmo que el año pasado” dijo, aunque transmitió el enorme respeto que tienen por la montaña y la ruta. “No es fácil y demanda de muchas cosas. Siempre habrá peligros objetivos, que caigan piedras, los seracs, avalanchas, pero en lo posible que nos de seguridad. Vamos a tomarnos el tiempo de esperar en el campo base lo que sea necesario. Venimos con la mentalidad de esperar hasta que la montaña nos permita”.

Primero la seguridad
La vía de la pared Sur del Aconcagua elegida por Karl y Nico es la misma del intento anterior: la normal o de los franceses con la variante de la pala Messner al final. La marca vigente por esa ruta es de 22 horas lograda por el francés Bruno Suzac en 2002, desde plaza Francia hasta el denominado Collado Norte. Es la vía que los ecuatorianos tienen analizada con mucho detalle. Además de ser la más directa y relativamente segura en cuanto a la caída de material.
Consultado sobre si la idea es cumplir el trayecto o batir el récord, Nicolás Miranda respondió con prudencia. “Es una pared de mucho respeto. Para nosotros salir sin dormir de la pared, non stop, ya es un logro. Si en ese camino vemos que es viable bajar el tiempo de 22 horas también vamos a intentarlo. No queremos arriesgar tanto. Sabemos que por la condición técnica tal vez exigirse a romper récords es salirse de los parámetros de seguridad. No queremos que sea así, pero nos hemos preparado mucho para tener un buen tiempo”.