Un guía y músico francés tocó su piano y cantó en la cima del Aconcagua, como parte de un proyecto de Paz y Fraternidad por las más altas cumbres del mundo.
Philippe Génin tiene 49 años. Es suizo-francés, vive en Annecy (Francia) y se gana la vida como guía profesional de montaña en los Alpes y como conductor de una retroexcavadora en Ginebra, Suiza. Además toca el piano desde los 14 años, compone su propia música y hace covers de distintos autores.
Hace algunos años atrás, Philippe, mientras guiaba al Mont Blanc, reparó en el tremendo retroceso del glaciar de esa montaña y de otros en todo el mundo. Se preguntó si había algo, por mínimo que fuera, en lo que él podría contribuir para proteger el planeta.
Así Philippe concibió el proyecto “Concert pour la Paix, l’Amour; la Fraternité et le Respect de notre Planète” (Concierto por la Paz, la Fraternidad y el Respeto de nuestro Planeta) consistente en escalar las Seven Summits y otras montañas extremas y emblemáticas, porteando su propio piano hasta la cumbre e interpretar allí sus canciones. El objetivo: generar conciencia sobre la importancia de preservar el planeta. En 2014 dio el primer paso en el monte Elbrus (Rusia, 5.642 m), la cima mayor de Europa.
Este 5 de enero de 2017 Philippe junto a su joven amigo y montañista Henri Dommerc (20 años, monitor de ski en los Alpes, quiere ser guía de montaña y el año pasado subió en solitario los volcanes Cotopaxi y Chimborazo en Ecuador) llegaron a Mendoza en bus desde Buenos Aires. Ese mismo día resolvieron la logística completa, el comercio Zona Música les prestó el piano Yamaha NP12, contrataron mulas y permisos con Inka Expeditions, compraron víveres y el 6 de enero a las 6 AM partieron hacia alta montaña. A las 15 horas ya estaban en el campamento Confluencia.
“Por suerte no tuve que cargar el piano desde Francia, salía 850 dólares” cuenta Philippe. “El Yamaha mide 1 metro de largo y pesa 4,5 kg. Yo lo cargué en todo el trayecto hasta la cumbre. Henri, además de carpa y comida, porteó dos pies de 1 kg cada uno”.
Cumpliendo rigurosamente los pasos de ascenso campo a campo, el 15 de enero llegaron a la cumbre de Aconcagua: “Fue un día de poco viento, bastante frío para los dedos pero muy soleado. Llegamos a las 13:50 y bajamos a las 15:15, en ese lapso hubo 55 personas que hicieron cumbre!” relata sorprendido Génin.
El músico-alpinista interpretó allí “Imagine”, de John Lennon, “Quelques mots d’amour” y “La groupie du pianist”, del francés Michel Berger, “Move yourself”, composición propia, “Hit the Road Jack”, de Percy Mayfield popularizada por Ray Charles, “All you need is love”, de The Beatles, y “Oh happy day”, de Edwin Hawkins. La sorpresa y alegría de Philippe y Henri, y de todos quienes en ese momento hicieron cumbre, es difícil de describir en palabras.
“Toco par al Paz, por el amor y la fraternidad, un mensaje para llamar la atención para proteger el planeta que estamos destruyendo. Son los valores que yo quiero en mi vida, son muy importantes en mi vida y espero que lo sean para todos en la Tierra” concluye Philippe mientras prepara su regreso a Francia.
Su proyecto mayor es el Everest (Nepal, 8.848 m) con el piano, quizás en la primavera 2018. Este año Philippe y Henri continuarán con McKinley (Alaska, EEUU, 6.194 m). En septiembre Philippe quiere retornar al Cho Oyu, que ya intentó en 2009 con su teclado pero llegó a 7.200 metros. “Este año es para mí es el año para finalizar metas inconclusas. En 2012 vine a Aconcagua pero no pude llegar a la cumbre, debimos volver de Berlin. Es muy simbólico para mí”. Y después Pyramid-Cartensz (Indonesia, 4.884 m), Vinson (Antártida, 4.892 m). Y finalmente Kilimanjaro (Tanzania, 5.895 m), donde ya estuvo en 1999, pero que ahora para concluir el proyecto junto a su hijo de 10 años que toca batería, su hija y quizás un amigo con su guitarra, una pequeña orquesta en la cumbre del Techo de África.