La Patagonia argentina, con sus afiladas cumbres y sus implacables vientos, vuelve a ser escenario de un desafío alpinístico de primer nivel. Matteo Della Bordella, reconocido escalador italiano miembro de los Ragni di Lecco, junto a Tommaso Lamantia y Marco Majori, se ha propuesto conquistar en invierno el Pilar Goretta, una de las líneas más emblemáticas del Fitz Roy (3.405 m). La expedición, que se extenderá entre el 5 de agosto y el 10 de septiembre, pretende marcar un hito: hasta ahora, nadie ha logrado escalar esta ruta en condiciones invernales.
El Pilar Gotera es una pared de hielo y roca que exige técnica extrema y resistencia física. Debe su nombre a Goretta Casarotto, esposa del legendario alpinista Renato Casarotto, quien lo ascendió por primera vez en 1979.
Su historia está ligada a hazañas notables, como el solitario alpino de Colin Haley en 2016, “una de las escaladas más bellas del mundo”. Haley, sin cuerdas fijas y en estilo puro, rindió tributo a Casarotto, cuya ascensión pionera, aunque con métodos de la época, sigue siendo referencia.
Para Della Bordella, este proyecto es un giro personal. “El Fitz Roy en invierno es un sueño”, confesó en sus redes sociales, destacando la motivación de explorar lo conocido bajo nuevas condiciones.
Majori, por su parte, carga con un legado familiar: su padre escaló junto a Casarotto, añadiendo simbolismo a la ruta elegida. La preparación del equipo incluye experiencia en altitudes extremas -Lamantia ascendió el K2 y el Cerro Torre- y una sinergia ya probada en expediciones previas.
El invierno patagónico multiplica los riesgos con temperaturas bajo cero, ventiscas considerables y días muy cortos. “No somos nosotros quienes decidimos, sino la naturaleza”, escribió con sabiduría Della Bordella desde El Chaltén, donde ya enfrentaron nieve profunda y grietas ocultas. A diferencia del verano, cuando las paredes son más accesibles, el frío intenso y la inestabilidad climática exigen estrategias distintas.
La expedición, apoyada por el Club Alpino Italiano y los Ragni di Lecco, no solo busca un récord, sino honrar la esencia del alpinismo: adaptación y respeto ante lo impredecible.
Como dijo Casarotto en su día, “integrarse con el entorno” es clave. Ahora, décadas después, otro equipo escribe su propio capítulo en la historia del Goretta, donde cada paso es una prueba extrema para el hombre en su abordaje de la montaña.